Los casos de asesinatos en el rap: ¿Forman parte de su estética?

La cultura del hip hop y el rap pareciera estar unida de forma íntima a la vio­lencia del barrio, universo en el que se desarrolla.

Un espacio en el que la marginalidad y la delin­cuencia encuentran en la juventud caldo de cultivo y en el que las letras de los te­mas del rap, el trap, el dem­bow o el reguetón, se con­vierten en la banda sonora de la vida en el barrio.

En ese sentido, esta mú­sica funciona de esta mane­ra más como un reflejo más de la sociedad que como un elemento que dispare, pro­picie o incite a la violencia.

Una constante que es parte de su estética, de la misma forma que las an­sias autodestructivas de al­gunas estrellas del rock. De esta forma, si la muete de los artistas de este género se relaciona con suicidios o so­bredósis de drogas, a los in­térpretes del hip hop son las balas de rivales las que los sacan de circulación.

El caso local del asesina­to del urbano MC Yow, aba­tido a tiros la tarde de este domingo 31, por dos hom­bres, en un hecho en el que también están involucradas dos mujeres.

El hecho en el que fue ul­timado Juan Joel Durán, nombre del intérprete de 29 años, tuvo lugar en San Francisco de Macorís, con­virtiéndose en un caso más de los muchos en los que gente ligada a la música ur­bana ha sido asesinada.

En nuestro país no ha si­do, por suerte, un espacio en el que hechos de sangre, como los ocurridos a artis­tas de este género en Esta­dos Unidos, hayan tenido lugar.

Otro caso que sonó mu­cho, aunque no se produjo en suelo dominicano, pe­ro sí de un exponente lo­cal, fue el de Monkey Black, asesinado hace casi siete años, en Barcelona España. Leonardo Michael Flores Ozuna, nombre real del in­térprete de “Entro con la U”, cayó víctima de nueve pu­ñaladas tras una discusión en un bar.

Otro caso, aunque no fue un artista de la música urbana, fue el de Marcos Acosta (El Real), promotor, entre otros, los grupos La Felpa Negra y Dembow Re­volución Urbana, quien fue asesinado a tiros en el fren­te de su casa por dos desco­nocidos.

Números
En poco más de tres déca­das el rap estadouniden­se ha visto el asesinato de más de 70 intérpretes. Des­de que en 1987 cuando Scott La Rock, dj del grupo Boogie Down Productions, fue últimado de un dispa­ro en el cuello, mientras se encontraba en el sur del Bronx, el mismo espacio en el que vino al mundo el rap, de la mano de DJ Kool Herc en 1973.

A este le seguirían mu­chos más, entre ellos los que quizás sean más cono­cidos: los asesinatos de Tu­pac Shakur y The Notorious B.I.G., ambos con solo seis días de diferencia en 1996.

Los más recientes
El rapero Martell Derouen “Kardone”, primo de la también cantante Beyoncé, fue asesinado de un dispa­ro el fin de semana pasado.

Los últimos dos años han sido especialmente trágicos para el rap, con las muer­tes violentas de figuras co­mo XXXTentacion y Jimmy Wopo, asesinados el mismo día, el 18 de junio del 2018, en Florida y Pittsburgh, res­pectivamente.

2020, un año desastroso para el mundo entero, fue también especialmente os­curo para los raperos, en un espacio de tiempo en el que más de 12 intérpretes tuvie­ron ese final, entre ellos Pop Smoke, KJ Balla, Rapper Tre Koast, Nick Blixky y Big Booda.

DETALLES
Estadísticas.
Nuestro país no ha si­do, por suerte, un es­pacio en el que he­chos de sangre ocu­rridos a artistas de este género tengan un número alto.

Mal año.
2020, un año desas­troso para el mundo entero, fue especial­mente oscuro pa­ra los raperos, en el que más de 12 intér­pretes tuvieron ese final.

PACHICO TEJADA

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