POR DANILO CRUZ PICHARDO.- Todos aquellos que sufragamos por Luis Abinader, en la contienda comicial del 5 de julio de 2020, estamos sorprendidos, porque el entonces candidato presidencial nunca planteó fideicomiso público ni en su programa de gobierno ni en el discurso de cambio que enarboló durante esa campaña electoral.
Ahora resulta que para múltiples sectores de la vida nacional hay planes de creación de fideicomiso, pese a ser una figura que no aparece en nuestras normas jurídicas.
Procede que el Gobierno explique a la población el concepto del fideicomiso y las ventajas que ofrece como para que figuras del sector privado suplanten a funcionarios públicos en patrimonios estatales, como en efecto se ha pretendido hacer con las Plantas de Punta Catalina, lo que ha generado muchas opiniones desfavorables.
A pesar de la repercusión, el tema no se ha excluido de agenda, simplemente está en receso. Mientras tanto el Senado acaba de convertir en ley el Proyecto de Fideicomiso de Pedernales, el cual persigue el desarrollo turístico y económico de esa provincia. Abinader ha visitado esa localidad en cuatro ocasiones, dejando, con sus famosos picazos, varias obras iniciadas, inclusive en áreas protegidas, como Cabo Rojo.
Empero, esa Ley de Fideicomiso de Pedernales traerá problemas, pues todos los terrenos que se inscriben en la parcela 215-A, del Distrito Catastral No. 3 de Enriquillo, Barahona, como es Cabo Rojo, Bahía de las Águilas, están protegidos.
Para muchos Abinader responde a compromisos de campaña con sectores empresariales, los cuales se beneficiarían con exenciones de impuestos y préstamos del Banco de Reservas, para levantar obras turísticas en terrenos cedidos por el Estado, como establece la Cláusula 5, Párrafo 2, del contrato sobre el patrimonio de este fideicomiso.
Se habla de por los menos tres familias involucradas en obras, dato sujeto a confirmación en los próximos días.
Respecto a estos fideicomisos hay muchas voces apagadas, incluyendo espacios denominados de investigación periodística, que, conforme a datos que suben a las redes, reciben una millonada por concepto de publicidad estatal. Pero sea por un medio u otro todo lo que afecte al Estado dominicano en torno a estos fideicomisos saldría a la luz pública tarde o temprano.