Las bodegas y pequeñas empresas propiedad de dominicanos en Nueva York registraron una reducción en sus ingresos y empleados llamaron para no presentarse a trabajar luego de que, la madrugada del martes, agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, en inglés) hicieron el primer operativo para detener a personas indocumentadas.
La medida da cumplimiento a las órdenes del presidente Donald Trump en la ciudad donde reside la comunidad dominicana más grande en el extranjero y que a junio pasado había recibido unos 200,000 nuevos inmigrantes en los dos últimos años.
«El estado de Nueva York me parece a mí como estábamos en la pandemia. No hay casi tapones y las calles desoladas», dijo en conversación con Diario Libre Radhamés Rodríguez, presidente de la Asociación de Bodegueros de América (UBA), que subrayó el sentimiento de tristeza que se extiende como un manto sobre las zonas más pobladas por criollos en la Gran Manzana.
El representante dijo que el estado vive «una tensión muy crítica», tras la redada, que contó con la supervisión de la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, y la cooperación de la policía estatal para dar con el presunto cabecilla de la pandilla venezolana, Tren de Aragua.
La situación, cuenta Rodríguez, ha llevado a que, solo en un día, una bodega reportara la ausencia de tres empleados, mientras que los dueños de los negocios señalaron «bajas sustantivas» en sus ventas por la falta de clientes.
Agregó, que incluso los operativos rutinarios de los agentes policiales para verificar que todo esté en orden con los negocios obliga a los empleados a esconderse en los baños hasta que el «peligro pase».
Ante el panorama de que la Administración Trump siga con los operativos, Rodríguez considera que será responsabilidad de los dueños y sus familiares hacerse cargo de sus negocios ante la falta de empleados. Algo que ya ocurre en muchos casos, indicó.
Una situación parecida viven los restaurantes, que también han registrado bajas en su personal debido al temor de los empleados, según dijo a este medio José Santos, gerente del icónico restaurante Caridad del Bronx.
Miedo al daño colateral
Aunque el objetivo de los oficiales son los indocumentados con historial delictivo, las autoridades estadounidenses no han descartado los arrestos colaterales, que ocurren en los encuentros con personas sin documentación legal durante la búsqueda de «criminales».
Esto es lo que ha potenciado el miedo de los inmigrantes y los ha llevado a estar más tiempo en casa.
«Aquí en Nueva York se ven menos personas (en las calles) porque tienen miedo de ser deportados», dijo Vanessa Brito, quien agrega que la situación se repite en otras ciudades que también han tenido redadas como Chicago.
Una solución a la ola de robos
En los últimos años los comerciantes neoyorquinos se han quejado de los robos y muchos dominicanos han sido víctima de actos delictivos. En ese sentido, Radhamés Rodríguez expresó su deseo de que las redadas sirvan para poner freno a los delitos.
«Yo espero que sí que lo resuelva para la tranquilidad de todos los ciudadanos y los pequeños negocios», dijo. Santos comparte la posición de Rodríguez, ya que por los robos «no encontrábamos qué hacer».
En ese sentido, Rodríguez también manifestó estar de acuerdo con las redadas cuando se centran en los que han cometido algún delito: «Yo apoyo que los delincuentes deben de estar fuera, presos, deportados o lo que sea, no importa quién sea», sentenció.
VERONICA ROSARIO NUÑEZ