La población civil seguía atrapada el domingo en la ciudad costera de Mariúpol (sur de Ucrania), tras el segundo fracaso del operativo de evacuación, mientras se estrecha el cerco ruso en la región de Kiev, forzando a sus habitantes a huir.
En el undécimo día desde la invasión rusa de Ucrania, “el segundo intento para comenzar a evacuar a cerca de 200.000 personas” del puerto ucraniano de Mariúpol “fue interrumpida entre devastadoras escenas de sufrimiento humano”, anunció el domingo la Cruz Roja.
“La columna para evacuar a la población civil no salió de Mariúpol porque los rusos reagruparon sus fuerzas y comenzaron a bombardear la ciudad”, afirmó en Facebook el gobernador de la región, Pavlo Kirilenko.
El presidente ruso Vladimir Putin acusó a los “nacionalistas ucranianos” del fracaso de la evacuación, quienes también habrían impedido la precedente, el sábado, según el líder ruso.
En una entrevista telefónica con su homólogo francés, Emmanuel Macron, Putin negó que su ejército “tome a los civiles por objetivo”.
Putin dijo que obtendrá “sus objetivos” en Ucrania “por la negociación o por la guerra”, en una conversación telefónica de una hora 45 minutos de duración con Macron, quien vio al líder ruso “muy decidido”, informó la presidencia francesa.
Mariúpol -un puerto estratégico en el mar de Azov- ha estado varios días bajo intenso asedio ruso, sin electricidad. Su alcalde, Vadim Boitchenko, indicó en una entrevista publicada en YouTube que “Mariúpol ya no existe” y que hay miles de heridos.
La caída de este puerto marcaría un punto de inflexión en la guerra porque permitiría a Rusia unir las tropas que avanzan desde la península de Crimea -anexada por Moscú en 2014- con las fuerzas que penetran el país desde el Donbás, en el este. “El objetivo del enemigo es cercar las ciudades clave” y “crear una catástrofe humanitaria”, escribió en Facebook el secretario del Consejo de Seguridad ucraniano, Oleksiy Danilov.
Entretanto el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, denunció que las tropas rusas se preparan para bombardear Odesa, el principal puerto de Ucrania, donde viven cerca de un millón de personas.
Zelenski informó también que los rusos destruyeron el aeropuerto de Vinnytsia, en el centro del país.
El Ministerio ruso de Defensa anunció haber destruido el aeródromo militar de Starokonstantinov, a 130 kilómetros al noreste de Kiev.
En Kiev, los barrios obreros de las afueras, como Bucha e Irpin, ya están en la línea de fuego, y los últimos ataques aéreos convencieron a muchos residentes de que era la hora de huir.
“Están bombardeando áreas residenciales, escuelas, iglesias, edificios, todo”, se lamentó la contable Natalia Didenko.
En Bilohorodka, justo en las afueras de la capital, las tropas ucranianas colocaron explosivos en el último puente que permanece en pie para frenar la ofensiva rusa.
“Este es el último puente, lo vamos a defender y no vamos a dejar que lleguen a Kiev”, dijo un combatiente que se identificó como “Casper”.
En Chernígov, una localidad cercana a la frontera con Bielorrusia y Rusia, decenas de civiles murieron.
“Había cuerpos por todas partes. Esperaban para entrar en la farmacia aquí, y están todos muertos”, contó a AFP un hombre que pidió ser identificado solo por su nombre, Serguéi, en medio del estruendo de las sirenas de alerta.
AFP