Santiago. En una casucha a punto de colapsar y con ventanas que sirven como puerta de entrada vive una madre con trastornos mentales junto a sus tres hijos, todos menores de edad.
Los familiares de Antonia Aquino Alcántara temen que en cualquier momento la vivienda pueda desplomarse con todos en su interior, por lo que hacen un llamado al Instituto Nacional de la Vivienda o cualquier otra autoridad para que extienda su mano solidaria. El hogar de Aquino Alcántara, es una de las 15 viviendas construidas próximo a una cañada del barrio Santa Lucía del sector Cienfuegos del distrito municipal Santiago Oeste.
Para tapar los hoyos de la puerta de atrás, la dama junto a sus hijos de 16, 12 y 10 años, procreados en plena adolescencia, han recurrido a colocar ropas viejas y cartones.
Ovidia Alcántara, abuela de los niños, dijo que su hija comenzó a presentar trastorno tras separarse de su pareja sentimental y padre de los menores.
Petición
“Mi hija está viviendo en una verdadera pocilga. La cacita forrada de trapos. Para entrar a la casa, los niños y ellas, en vez de utilizar la puerta, saltan por una de las persianas tanto para entrar como salir”, expresó Alcántara. El pastor Pablo Ureña, quien dirige el programa Niños con una Esperanza en la zona de Santa Lucía, también cree necesario la reacción de profesionales de la salud que puedan tratar mentalmente a Antonia Aquino Alcántara.
“Hago un llamado directo a las autoridades de socorro, protección de niños y la salud mental para que vengan en su auxilio inmediatamente puede dar mi número 8096680017”, pidió Ureña.
Cree que alguna autoridad debe acudir con urgencia para ayudar a sacarlos del peligro que corren, reclamo al que también se unen los vecinos que piden la intervención del Gobierno.
Temen que vivienda pueda colapsar
Los familiares de la dama aseguran que ésta lleva 15 años en condiciones deprimentes. Matías de la Rosa, padrastro de Antonia Aquino Alcántara, dijo que prácticamente no duerme por las noches con temor a recibir la mala noticia de que los niños y su hijastra quedaron atrapados al colapsar la casucha “y lo que más nos afecta es que no tenemos las condiciones para ayudarla”.
MIGUEL PONCE