BANGKOK.- Manila y las provincias colindantes retornaron este lunes al más estricto confinamiento, que durará al menos una semana para contener el pico más grave de la pandemia que ha sufrido Filipinas desde que comenzó la crisis de covid-19 hace más de un año.
El área metropolitana de Manila y las provincias de Bulacan, Rizal, Laguna y Cavite -donde viven unos 30 millones de personas- comienzan hoy un nuevo confinamiento al ser los focos del nuevo repunte de la covid-19 en Filipinas, que lleva tres días consecutivos sumando más de 9.000 casos diarios, una cota que no se había alcanzado en toda la pandemia.
“Debemos implementar nuevas medidas para imponer limitaciones más rigurosas de movimiento de las personas y regular de forma más estricta qué industrias pueden seguir operando”, señaló el fin de semana el portavoz presidencial, Harry Roque, que espera reducir así los casos en más de un 25 %
Las nuevas medida, que coinciden con la Semana Santa, implican el cierre de todos los establecimientos, excepto mercados y farmacias; la emisión de pases de cuarentena para que solo un miembro de cada familia salga a la calle a comprar productos básicos; y la imposición de un toque de queda de 6 de la tarde a 5 de la mañana.
Solo podrán salir a la calle libremente los empleados de las industrias consideradas esenciales, que deberán operar al 50 % de su capacidad; mientras que las reuniones sociales de más de diez personas están prohibidas, por lo que se han cerrado las iglesias para evitar aglomeraciones en los días de Semana Santa.
ACELERAR LA VACUNACIÓN
El gobierno también se ha comprometido a acelerar la campaña de inmunización durante la semana de confinamiento en las áreas más afectadas, después de que China enviara hoy un millón de dosis de Sinovac, que se suman a otro millón recibidas semanas atrás de esa firma y a las 525.000 adquiridas de AstraZeneca.
Filipinas acumula hasta la fecha 721.892 positivos, de los que más de 105.500 (el 15 %) son casos activos en este momento -otro récord de la pandemia-, y 13.170 son fallecidos, con un ratio de positividad actual de casi el 20 %.
Manila y las provincias de alrededor -que son el motor económico del país al aglutinar el 70 % del PIB- ya sufrieron una dura cuarentena de más de seis meses, una de las más prolongadas del mundo, que comenzó a relajarse en octubre por la necesidad de reactivar la economía de Filipinas, que el año pasado entró en recesión por primera vez en tres décadas.
Para mitigar el impacto económico de la pandemia, el gobierno ha prometido ayuda en metálico para las familias más desfavorecidas afectadas por este nuevo frenazo a la economía, que después de un año ha elevado la tasa de paro al 10 %, cifra que no incluye los millones de desempleados en la economía informal.
EFE