Manipulación y politiquería, colocando el interés particular por encima del nacional

POR DANILO CRUZ PICHARDO.- Antes del Gobierno convertir en crisis política la relación Dominicana-Haití, a pesar de que la violación del tratado de 1929 de parte de la nación vecina inicia en 2020, cuando empezó a construirse el canal sin activar alarma, Luis Abinader lucía cómodo en las encuestas de opinión, por el simple hecho de que no se vislumbran posibilidades de alianza entre el PLD y la FP.

Mientras esas dos organizaciones se mantengan separadas sus porcentajes, sumados, no alcanzan el 50%. Si se unen las posibilidades de ganar son altas, por el impacto sicológico y el retorno de peledeístas que circunstancialmente se pasaron al PRM.

El propio bocinaje peledeísta, que por beneficio metálico ofrece sus servicios al Gobierno, apoyaría una eventual alianza del PLD y la Fuerza del Pueblo. Ese posible entendimiento de los bandos peledeístas se torna cada vez más difícil y no se descarta, aunque no dispongo de pruebas, que uno de los candidatos realice su campaña con auspicio gubernamental. Eso se ha hecho siempre y podría ser una recomendación válida de los estrategas de palacio.

Sin embargo, con el problema del canal, el cual podría mantenerse en la palestra pública hasta el tramo final de la campaña electoral, el proyecto releccionista se fortalece, porque un alto porcentaje de la población se coloca al lado de Luis Abinader, que exhibe nacionalismo y patriotismo, aunque se trate de una pose pensada por experto en materia electoral.

Olviden: mientras ese tema ocupe los espacios de información y opinión periodística la gente no hablaría sobre el costo de los productos de la canasta familiar, la inseguridad ciudadana ni del déficit en el servicio eléctrico, para solo citar tres temas.

Luis Abinader acaba de pronunciar un excelente discurso, para sus fines, en la Asamblea de las Naciones. No sé si fue él que lo elaboró, pero de todas maneras el discurso es muy bueno, porque describió con certeza las realidades de ambas naciones, resaltando el caos prevaleciente en Haití, un país deforestado, de los más pobres del mundo, sin instituciones y gobernado por bandas delincuenciales, aspecto, este último, que no excluye en ninguna intervención pública en la que aborde la problemática la vecina nación.

Empero, en un momento donde la mayoría se coloca al lado del jefe de Estado, respecto a un tema que legal y éticamente lleva la de ganar, no quiero que me perciban como mezquino.

Solo procuro que la gente se formule las siguientes preguntas: ¿Por qué nuestro primer mandatario ofrece protección al empresario haitiano Gilbert Bigio, a quien Canadá y Estados Unidos le prohibieron entrada a sus territorios, al comprobar que es el principal auspiciador económico de las pandillas haitianas? ¿Por qué razón, señor presidente, usted tiene como asesor económico a Pablo Portes, con oficina en Palacio Presidencial, un personaje que es mano derecha de Gilbert Bigio? ¿Por qué motivo tiene, además, a Rossy Walkiria Caamaño como viceministra de carburantes, en el Ministerio de Energía y Minas, una dama también vinculada a Bigio, que coincidentemente es empresario de combustibles?

Contradictorio

Es contradictorio condenar las pandillas haitianas y por otro lado ofrecer protección a quienes auspician a esas bandas delincuenciales, las cuales, si se siguen fortaleciendo, podrían pasar en el futuro a territorio dominicano y generar un conflicto de consecuencias impredecibles.

El que descompone el tema haitiano en todas sus partes, llega a la conclusión que en todo esto hay manipulación y politiquería, colocando el interés particular por encima al nacional.

Con los haitianos no hay ninguna posibilidad de acuerdo amistoso o diplomático. Es un asunto de lógica: no se entienden ellos mismos y se van a entender con los dominicanos, sobre todo consciente del prejuicio racial y el odio de muchos de ellos hacia nosotros.

Activar la alarma en torno al canal, en un momento electoral, después de tres años de silencio, merece una lectura detenida. Y les dejo de tarea: ¿Quiénes fueron los empresarios dominicanos que vendieron los materiales de construcción del canal?

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