Prácticamente en solitario, Mac McClung devolvió el brillo a un concurso de clavadas que ha sido objeto de muchas críticas en los años recientes.
El base de Filadelfia, quien mide 1,88 metros (6 pies 2 pulgadas) derrotó a Trey Murphy III de Nueva Orleáns en la final del concurso, que culminó las competiciones sabatinas previas al Juego de Estrellas de la NBA.
Muchos se preguntaban si las volcadas, que solían ser el espectáculo principal del fin de semana del Juego de Estrellas podían recuperar el brillo de antaño.
Absolutamente, fue la respuesta que dio McClung.
«Estoy realmente bendecido y agradecido por esta oportunidad que me dio la NBA», dijo.
Giró 540 grados en el aire
Hubo una clavada en la que giró 540 grados en el aire —no 360, sino vuelta y media—, y que le valió su tercera nota perfecta de la noche, entre los cuatro encestes que hizo. Antes de que los jueces informaran la evaluación que daban a esa volcada, todo el público sabía quién era el ganador.
«Se acabó», dijo McClung tras la jugada espectacular.
Tenía razón. Y de inmediato se comprometió a buscar la defensa de su título en Indianápolis, durante la próxima edición del Juego de Estrellas.
«Si ustedes me quieren, regresaré, chicos», manifestó.
Su historia es increíble. Ha jugado principalmente en la G League. Filadelfia sería su tercer equipo en la NBA, pero todavía no lo coloca en un partido.
Varios equipos
Participó en un encuentro con los Bulls de Chicago la temporada pasada. Jugó otro con el uniforme de los Lakers de Los Ángeles.
Ha conseguido tan sólo tres encestes en la NBA.
El sábado, realizó cuatro volcadas. Así, un tipo que tiene más jugadas de fantasía que encestes en partidos reales dentro de la NBA salvó el concurso.
«Tráiganle flores a este hombre», pidió Kenny Smith, comentarista de TNT.
McClung marcó la pauta de la noche, con una clavada que dejó incrédulos a los superastros de la NBA. Saltó sobre dos individuos —uno sentado en los hombros del otro—, tomó el balón de las manos de la persona que estaba encima de la otra y lo retacó de espaldas en la cesta.
Y eso fue sólo para comenzar.
Siguió asombrando y terminó consiguiendo el trofeo que recién se rebautizó con el nombre de la leyenda de las volcadas, Julius «Dr. J» Erving, otro exjugador de los 76ers.
McClung estuvo prácticamente impecable en su segundo mate. Cuatro jueces le dieron una calificación perfecta de 50 puntos, Lisa Leslie discrepó al otorgarle 49.
Pero ello no importó. Tenía ya asegurado un sitio en la final ante Murphy.
Jericho Sims, de Nueva York, se otorgó a sí mismo un 50 en su segunda volcada. Pegó un sobre a la red y tiró de éste hacia abajo cuando hacía el enceste, para mostrar el número «50».
Ningún juez estuvo de acuerdo. Su clavada a dos manos le valió un total de 95,4 puntos, insuficientes para avanzar a la final.
Quedó también eliminado en la primera ronda Kenyon Martin Jr., de Houston, con un puntaje de 93,2.
Consurso de triples
Damian Lillard representó a su escuela y a su marca. Y enorgulleció a las dos.
El base de Portland ganó el concurso de triples, al superar en la última ronda a dos jugadores de Indiana, Buddy Hield y Tyrese Haliburton.
Con el jersey de Weber State
Lillard vistió un jersey de Weber State que en la parte posterior decía «Dolla». Weber State, en Utah, es la universidad del jugador, que además interpreta música con el nombre Dame D.O.L.L.A.
Y cuando recibió el trofeo, el jugador llevaba puesta una camiseta de entrenamiento de los Blazers.
«Dicen que la tercera es la vencida», dijo Lillard, quien logró su primer triunfo en su tercera participación en el concurso. «Y me alegra que haya ocurrido acá. Es una situación perfecta. Estoy contento por haberlo hecho aquí, en mi casa, volviendo a Utah».
Lillard ganó la última ronda con 26 puntos. Hield sumó 25 y Haliburton se quedó con 17.
Quedaron eliminados en la primera ronda Jayson Tatum de Boston, Lauri Markkanen de Utah, Tyler Herro de Miami, Julius Randle de Nueva York y Kevin Huerter de Sacramento.