CIUDAD DE MÉXICO.- México celebró este sábado su Día de Muertos, una de las festividades más importantes del país y la cual se ha convertido en un atractivo internacional en la que «no se celebra la muerte, sino que la muerte es el pretexto perfecto para celebrar la vida».
Más de 8.000 personas, provenientes de distintas regiones del país y de la propia capital, desfilaron desde la Puerta de los Leones del Bosque de Chapultepec hasta el Zócalo capitalino, representando la historia prehispánica, la cultura, las tradiciones, la música y la vida de México.
Entre la muchedumbre que flanqueaba el desfile, centenares de personas de variadas partes del mundo quisieron presenciar cómo México vive la muerte con la «alegría de que los que ya no están, están más cerca de nosotros y podemos tener un contacto más directo con ellos», explicó a EFE Carlos Ramírez, uno de los asistentes que esperaban desde horas antes el paso de los contingentes.
Con una máscara de su luchador favorito, Ramírez señaló que la historia del desfile es muy reciente y que este surgió principalmente a través del éxito internacional de películas como ‘Coco’ o ‘007: Spectre’.
«Tiene mucho que ver con los fenómenos mediáticos de Estados Unidos, con las películas que se han estado haciendo y con todos esos elementos. Por otro lado, también con la exposición de las redes sociales, que han hecho que la tradición sea más grande de lo que nos podíamos imaginar», añadió el mexicano.
Entre los visitantes atraídos por esas películas se encontraba Manuel Torres, quien, con el rostro pintado como el protagonista del filme de Disney y acompañado de sus hijos, contó que llevaba más de un año preparando el viaje desde Puerto Rico.
«Estuvimos mirando desde el año pasado para venir para aquí el 1 de noviembre para que los niños disfrutaran del Día de Muertos por primera vez (…). A ellos les encantó la película de ‘Coco’ y eso influenció mucho en venir para acá», relató el boricua.
De igual forma, Paola Rojas, turista costarricense, comentó que, aunque en su país «es diferente», esperaba ver «principalmente las ofrendas, y obviamente a todas las personas vestidas, la tradición, la cultura, y conocer y entender la costumbre un poco más».
A pocos metros de Rojas, su compatriota Esteban Montenegros guardaba la primera fila para «ver mucho color y mucha alegría, como lo he visto en la televisión», expresó.
Un atractivo también nacional
Aunque la celebración se realiza en todo el país, la capital se convierte en el epicentro de la festividad por la manera en que congrega las diversas peculiaridades culturales de México.
Por eso, sentada en una banqueta de madera desde siete horas antes del inicio del desfile, Ana Montiel, quien viajó desde el estado de Sonora para vivir por primera vez la experiencia en la capital, dijo que esperaba ver «toda la diversidad que este desfile representa».
En su estado, en la frontera con Estados Unidos, la influencia del país vecino hace que «celebramos más Halloween y ese tipo de eventos, pero aquí es culturalmente más rico, más simbólico, todo está un poco más explicado y colorido».
«En la Ciudad de México está centralizado todo. Puedes encontrar un poquito de todos los estados, incluso de todos los países y de todas las nacionalidades. No es un Día de Muertos tan tradicional en el sentido de los pueblos, sino que es más masivo y festivo», resumió Ramírez.
Tras más de cuatro horas, el desfile, que convocó a más de 1,4 millones de personas, según cifras oficiales, finalizó en un abarrotado Zócalo capitalino en el que miles de flores de cempasúchil, la característica flor naranja de esta festividad, decoraban la que es una de las plazas más grandes del mundo.
EFE
