El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, insistió en que se retirará de la vida política el año que viene y rechazó opinar de la encuesta para elegir a su sucesor.
En la conferencia de prensa matutina en el Palacio Nacional le preguntaron sobre la idea lanzada por Marcelo Ebrard de crear una Secretaría de la IV Transformación, el mandatario, aunque no la rechazó explícitamente, dijo que no se meterá en nada de la coordinación del programa político que él creó y entregará la estafeta.
Explicó que a él le tocó coordinar la 4T, como se le llama popularmente a la transformación, por las circunstancias conocidas, pero «ya termino el gobierno y me retiro, no me quedo como dirigente, no voy a quedarme como líder moral y menos como jefe máximo, caudillo, cacique; termino en septiembre del año próximo y me jubilo».
Dijo que la transformación va a continuar y requiere de una dirección que se le de facilidad a quien voy a entregar la estafeta, pero no quiero opina sobre el proceso (la idea de Ebrard de convertir el programa en una secretaría), pues estamos iniciando una nueva etapa, sin tapados, sin dedazos, sin acarreo, sin cargada, y no tenemos favoritos, expresó.
Todos los que participan -seis precandidatos- merecen respeto y no va a ser el presidente quien va decidir, es el pueblo, la gente, donde radica la verdadera democracia.
Mi familia cercana, mis hijos, mi esposa Beatriz, no nos metemos en nada en este proceso. Somos libres, está prohibido prohibir, cada quien puede expresarse por sí mismo, pero que se actúe con claridad. Nosotros no tenemos favoritos ni hombres ni mujeres, insistió sin mencionar santo en referencia a la declaración de Ebrard de poner al frente de la secretaría de la 4T a uno de sus hijos.
Criticó al bloque conservador integrado por los partidos Acción Nacional, Revolucionario Institucional y de la Revolución Democrática por mantener silencio y no decir nada todavía a su medio centenar de aspirantes a ser el candidato de su alianza, con la cual admiten y confirman que todos son lo mismo, que no hay diferencias entre ellos, y que ya todo el mundo se quitó la careta.
Lo bueno de todo, dijo, es que ya no engañan, ya no dicen que son distintos, que son iguales como siempre dijimos y que los jefes de arriba de esos tres partidos tienen la misma mentalidad de su cabecilla el empresario Claudio X González pagado por la Usaid y no tienen nada que ver con Lázaro Cárdenas o Adolfo López Mateo.
PRENSA LATINA