Veinte disidentes de la extinta guerrilla de las FARC murieron esta semana en combates con el ejército en la Amazonía de Colombia, informó el viernes el ministro de Defensa.
El viernes, la fuerza pública mató a ocho alzados en armas que se financian con el tráfico de cocaína en esa región. El miércoles, los combates dejaron otros 12 guerrilleros muertos.
«Las operaciones militares nunca cesarán (…) solo lo harán cuando los carteles del narcotráfico pasen a la historia», dijo el ministro Pedro Sánchez en un video divulgado en la red social X sobre el operativo en los departamentos Guaviare y Caquetá, en el sur del país.
Colombia atraviesa su mayor pico de violencia en la última década, con distintos focos en todo el país. La escalada hace peligrar el plan de «paz total» que prometió el izquierdista presidente Gustavo Petro en campaña.
Los rebeldes muertos esta semana pertenecían a una facción que comanda «Iván Mordisco», el principal líder guerrillero de Colombia. En 2024 el cabecilla, que tiene unos 3.200 combatientes bajo su mando, abandonó los diálogos de paz con el gobierno e intensificó su ofensiva contra el Estado.
Los disidentes que no se acogieron al acuerdo de paz con las FARC de 2016 controlan los narcocultivos en la Amazonía y explotan minas ilegales.
En la selva hay un enfrentamiento entre esta disidencia y otra dirigida por ‘Calarcá’, que está en conversaciones de paz con el gobierno.
Sánchez aseguró que se trata de una guerra «por el control de la economía criminal».
En marzo el grupo de «Ivan Modisco» retuvo a 29 policías y militares en el suroeste del país tras la intensificación de los operativos militares para recuperar el control de la zona.
AFP