POR LUIS ENCARNACION PIMENTEL.- De la magistrada Miriam Germán, con méritos de sobra y recién reconocida por el Senado, jamás podría decirse que pasó por la Procuraduría de la Republica “sin pena ni gloria”. Pero la verdad- que debe ser dicha – es que, frente a las grandes expectativas creadas en amplios sectores de la sociedad y de la propia familia del Ministerio Público, la gestión – con todo y los casos gordos en curso y lo pesado que se ha cargado- se queda corta.
Sencillamente, la magistrada titular se va el 16 y, por circunstancias adversas y diversas, no le dio el tiempo ni le ayudó el ambiente interno para dejar una impronta que pasara a la historia. Por el contrario, cuando dé la espalda vendrán las murmuraciones por cosas hechas o dejadas de hacer y aunque de algunas de esas se enterara “cuando lo leía en la prensa”, le tirarían el “muerto” a ella, porque era la cabeza de la institución.
En su especie de despedida, más que rendición de cuentas, la magistrada Germán dice y se desdice y dice mucho, aun diciendo poco, porque daba a entender demasiado. Habla de que la tarea no es sencilla, pero que hay avances. Al mismo tiempo, de que ni ganó ni perdió y que se va “tranquila”, aun cuando revela y se queja de feroces ataques internos y de momentos y situaciones de diferencias “irreconciliables” con miembros de la institución.
¿Acaso tenia el enemigo adentro o el principio de autoridad estaba ausente? Puede que hubiera una jefa, pero sin tropa y sin equipo y que de otra área saliera la línea de acción y de decisión.
Y de ser el caso (se han hecho cosas que se criticaban antes, como no respetar el escalafón y promover personas sin el tiempo requerido. Ejemplo, llevando fiscales a adjuntos de la titular, pasándole por encima a procuradores de corte con largos años de desempeño), puede que la jefa tragara en seco y dejara pasar, para evitar “ruidos” que pudieran afectar el discurso del “MP independiente” que se ha vendido.
Por cierto, “independencia” que no deja de ser un riesgo a futuro, dada la ola de “judicialización de la política” que ha puesto en apuros a varios expresidentes en distintos países.
NOTA: Algo que lamentan fiscales y procuradores es que doña Miriam no dejara como impronta un aumento salarial, un buen seguro médico y un plan de pensiones para un retiro digno y decoroso del MP.