Santiago. La comunicación que tenían los habitantes de los Cercadillos en el municipio de Puñal con el distrito municipal de Ortega, de Moca en la provincia Espaillat quedó borrada por el paso del tiempo y la carretera que permitía conectar a ambas comunidades ahora está sembrada de matas de plátanos.
Todo comenzó con la caída de un pequeño puente que ,a pesar de los reclamos hechos por casi cuatro décadas, ningún gobierno se dignó en escuchar las voces de cientos de familias que habitan en Ortega y Los Cercadillos.
Ante la falta de respuesta, la calle empezó a ser ocupada por quienes construyeron sus viviendas.
Otros optaron por tomar lo que quedaba y lo sembraron de matas de plátanos.
Con el caso de la comunidad de Tierra Dura, también del municipio de Moca, que también conecta con Los Cercadillos, por más de 50 años se ha planteado la construcción de un puente que impida que cuando llueve, ambas comunidades queden incomunicadas.
Aunque fue levantada una pasarela, solo sirve para el paso de peatones y motores. Los vehículos continúan circulando por el mismo badén que es arropado por las aguas del río Puñal.
“Con la crecida del río, son muchas las personas que no pueden cruzar o tienen que dar la vuelta por la carretera del distrito municipal de el Higüerito”, expresa Carlos Henríquez, residente en la zona.
Durante casi dos décadas, el paso también se vio afectado por la caída del puente que comunicaba con el Higüerito.
Otra comunidad que enfrenta problemas de comunicación es La Javilla, perteneciente al municipio de Puñal en Santiago.
A pesar de su importancia, por la cercanía con el Aeropuerto Internacional del Cibao, sus calles lucen intransitables. La vía que comunica con Colorao, presenta hundimientos que amenazan con el colapso de varias viviendas.
Con las lluvias registradas en estos días, estas comunidades quedan incomunicadas.
MIGUEL PONCE