Mario Terán Salazar, el soldado boliviano al que le ha adjudica el asesinato de Ernesto ‘Che’ Guevara en octubre de 1967 ha muerto este jueves a la edad de 80 años en una residencia militar del departamento de Santa Cruz.
A las 7.15, hora de Bolivia, ha fallecido en la Corporación del Seguro Social Militar (Cossmil), según ha informado Raúl Azurduy, pastor de la iglesia evangélica a la que acudía la familia, informa el diario local ‘El Deber’, que ha podido hablar con quien lideró aquel operativo, el general retirado, Gary Prado Salmón.
«Sí, me indicaron anoche que estaba desahuciado, sí, es verdad, falleció. Fue un hombre valiente (…). Mantuve contacto con él, lo que más le preocupaba era por el acoso de la prensa, porque quería mantener el anonimato, porque simplemente cumplió voluntariamente la decisión que vino de la Presidencia», ha contado.
Desde hacia varios años, Salazar residía en esta residencia de Santa Cruz debido a problemas de salud propios de su edad avanzada. El entonces sargenteo del Ejército boliviano se hizo famoso mundialmente en 1967, después de que la revista francesa ‘Paris Match’ publicara una fotografía de él y contará que le fue ordenado ejecutar al ‘Che’ una vez capturado.
«Ése fue el peor momento de mi vida. En ese momento vi al ‘Che’ grande, muy grande, enorme. Sus ojos brillaban intensamente. Sentía que se echaba encima y cuando me miró fijamente, me dio un mareo. ‘¡Póngase sereno –me dijo– y apunte bien! ¡Va a matar a un hombre!’ Entonces di un paso atrás, hacia el umbral de la puerta, cerré los ojos y disparé», rememoró Terán años después.
EUROPA PRESS