POR TOMAS AQUINO MENDEZ.- Me llena de satisfacción saber que las autoridades del INDRHI comenzaron a saldar los compromisos con los propietarios de los terrenos donde se construye la presa Monte Grande.
De 390 ciudadanos a ser compensados, 37 fueron los primeros en ser resarcido, previo a su traslado al centro poblado, donde deberán ser ubicados todos los desalojados para dar paso a la obra. Aunque aplaudimos que se cumpla ese compromiso, queremos alertar sobre el ritmo lento que llevan los trabajos claves del proyecto.
Ante las amanezas, cada vez más recurrentes de profesionales y trabajadores de Monte Grande, por retraso en el pago y lentitud de los trabajos, junto a la queja de los desalojados, de comenzar a protestar reclamando agilidad de los trabajos, la respuesta de las autoridades y la empresa constructora no ha sido la esperada por los hombres y mujeres de la región Enriquillo.
Declaraciones sí, pero en la práctica no se nota una disposición y acción contundente, que muestre disposición de hacer avanzar el proyecto. No quiero pensar que este primer pago busca silenciar esas voces de reclamos para que el Metro del Sur, Monte Grande, sea una realidad en agosto del 2022 como prometió el presidente Luis Abinader.
Aplaudimos ese primer pago a propietarios de esos predios, pero abogamos porque se agilicen los trabajos y no se pretenda silenciar las voces de quienes reclaman que Monte Grande sea una realidad ya.