Más allá de cuándo y cómo se pueda reanudar la competición, a la NBA le preocupa las repercusiones financieras que vaya a tener una suspensión temporal que, a estas alturas, apunta a que lo que resta de temporada regular no va a disputarse o, al menos, lo hará sin llegar a los 82 partidos habituales.
Con esa perspectiva, y dejando de lado los planes para que haya un campeón en 2020 –lo último que se ha hablado es una sede neutral de playoffs al mejor de tres partidos– la NBA y el sindicato de jugadores (NBPA) están discutiendo posibles escenarios para retener hasta un 25% de los salarios restantes de los jugadores para esta temporada. Dicho porcentaje iría destinado a un depósito de garantía bajo la premisa de que el resto de partidos de la regular season se cancelasen finalmente; informa Adrian Wojnarowski de ESPN.
La intención de la NBA es anticiparse al problema. Si los partidos se cancelan, la ausencia de público, patrocinios y retransmisiones hará disminuir notablemente los ingresos; pero claro, esto es algo que podría no saberse con certeza hasta mayo o incluso junio. Este es el motivo de que desde la Liga quieran llegar ya a un acuerdo con los jugadores. De producirse el entendimiento, estos últimos podrían percibir sus emolumentos al completo, pero si finalmente se cancelan los encuentros deberían devolver la parte proporcional, tal y como reza el convenio colectivo. Y claro, no es lo mismo contar con que no vas a tener algo que tener que sacarlo una vez está en tu cuenta bancaria.
En cuanto a la cantidad a la que los jugadores deberían renuncia, el convenio colectivo señala estos pierden aproximadamente el 1 por ciento del salario por juego cancelado en función de una disposición de Fuerza Mayor, la cual que cubre varias circunstancias catastróficas entre las que se incluyen las epidemias y pandemias. Este procedimiento, el de Fuerza Mayor, se activa automáticamente una vez que se cancelan los partidos.
Esta disposición de Fuerza Mayor abre a la NBA la opción de, en un plazo de 60 días, renegociar el convenio colectivo con el sindicado, el cual está en estos momentos vigente hasta 2025. A este respecto, la NBA habría descartado hacer uso de esta posibilidad en las actuales circunstancias. Desde la Liga se entiende que dicha opción está pensada para un parón que pudiese alcanzar al menos dos años y que obligase a reiniciar la estructura de la competición; y no así para algo que debería solucionarse en unos meses.
La Liga hizo saber a los equipos hace algunos días que pagará los salarios íntegros hasta el 1 de abril, una medida que les daba tiempo –aunque no demasiado– para poder negociar la ruta a seguir. En la mayoría de los casos, los jugadores cobran sus nóminas cada 15 días, por lo que sería el próximo 15 de abril cuando se realizarían las siguientes transferencias. La intención de la NBA es que para ese momento exista un acuerdo entre ambas partes, lo que llevaría a reducir los importes establecidos en un primer momento. Si no es así, se realizaría un ingreso al completo que posteriormente sería recalculado.
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