El boxeador puertorriqueño Félix Verdejo Sánchez se declaró no culpable de los cargos por “carjacking” y secuestro que desembocó en el asesinato de Keishla Rodríguez Ortiz, matar intencionalmente a un niño no nacido y uso de un arma de fuego durante la comisión de un delito violento, reporta el diario El Vocero de la Isla del Encanto en su sitio web.
El deportista de 27 años compareció a la vista de lectura formal de cargos y de fianza ante la magistrada federal Camille Vélez Rivé. Consintió que la audiencia se celebrara de forma virtual.
A preguntas de la magistrada, la defensa del boxeador indicó que no tenía planteamientos para presentar durante la vista de fianza.
El fiscal Jonathan Gottfried solicitó que permaneciera detenido hasta la celebración del juicio en su contra por representar un riesgo de fuga y un peligro para la comunidad.
La Oficina de Probatoria recomendó que permaneciera detenido.
“Dado que es un caso de presunción y como no se presentó evidencia, la presunción es que el señor Verdejo representa un riesgo de fuga y un peligro para la comunidad”, afirmó Vélez Rivé.
El pliego acusatorio alega que Verdejo y Luis Antonio Cádiz Martínez, el otro detenido por el crimen de Keishla, se ayudaron entre sí, con la intención de causar la muerte o lesiones corporales graves, tomaron un vehículo motorizado de la persona (el Kia Forte 2016 de Keishla) que fue transportado, enviado o recibido en la interestatal de comercio exterior, por la fuerza, la violencia y la intimidación, resultando en la muerte de la joven de 27 años.
El 29 de abril de 2021 o alrededor de esa fecha, los acusados, ayudándose e instigándose mutuamente, confiscaron, confinaron y secuestraron ilegalmente, y de otro modo retuvieron a Keishla Rodríguez Ortiz, lo que resultó en su muerte. Al cometer o promover la comisión del secuestro, los acusados utilizaron un medio, “facilidad e instrumentalidad del comercio interestatal o extranjero”, en referencia una guagua Dodge Durango y teléfonos celulares.
Según el pliego acusatorio, Verdejo usó y portó, a sabiendas, un arma de fuego durante y en relación con un delito de violencia, por el que podría ser procesado en un tribunal de los Estados Unidos.