NUEVA YORK: Líderes se reúnen para asistir reunión anual de ONU

NACIONES UNIDAS.– Ante el torbellino de conflictos y crisis que atraviesan un mundo fragmentado, los líderes que asisten esta semana a la reunión anual de la ONU se enfrentan a un reto: trabajar juntos, no sólo en las cuestiones candentes, sino en la modernización de las instituciones internacionales nacidas tras la Segunda Guerra Mundial para que puedan hacer frente a las amenazas y los problemas del futuro.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, planteó el reto hace un año, tras lanzar una alarma mundial sobre la supervivencia de la humanidad y del planeta, invitando a acudir a una “Cumbre del Futuro”, asumir un nuevo compromiso con el multilateralismo –fundamento de las Naciones Unidas y de muchos otros organismos mundiales– y empezar a arreglar la vetusta arquitectura mundial para hacer frente a un mundo en rápida transformación.

El jefe de la ONU dijo a la prensa la semana pasada que la cumbre “nació de un hecho frío y duro: los desafíos internacionales avanzan más rápido que nuestra capacidad para resolverlos”. Señaló las “divisiones geopolíticas fuera de control” y los conflictos “galopantes”, el cambio climático, las desigualdades, la deuda y las nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial, que no tienen sistemas de vigilancia.

La cumbre de dos días inició el domingo, dos días antes de que comience la reunión de alto nivel de los líderes mundiales en el extenso complejo de la ONU en Nueva York.

La Asamblea General aprobó el principal documento final de la cumbre –el “Pacto de Futuro” de 42 páginas– el domingo por la mañana con un golpe de martillo del presidente de la Asamblea, Philémon Yang, en señal de consenso, después de que el organismo votara 143-7 con 15 abstenciones en contra de considerar las enmiendas propuestas por Rusia para descafeinarlo significativamente.

El pacto es un plan para abordar los retos mundiales, desde los conflictos y el cambio climático hasta la inteligencia artificial y la reforma de la ONU y las instituciones mundiales. Su impacto dependerá de su aplicación por parte de los 193 países miembros de la Asamblea.

“Los dirigentes deben preguntarse si ésta será una reunión más en la que se limitarán a hablar de mayor cooperación y consenso, o si mostrarán la imaginación y la convicción necesarias para forjarlos realmente”, declaró Agnès Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional. “Si pierden esta oportunidad, ni me atrevo a pensar en las consecuencias. Nuestro futuro colectivo está en juego”.

AGENCIAS

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