POR NARCISO ISA CONDE.- El neofascismo chileno ha recibido un importante revés en su intento de asaltar electoralmente, con el apoyo de EE.UU y las derechas continentales, la Presidencia y el gobierno de Chile.
La democracia de calle ejercida por multitudes a favor de un proceso constituyente, que abrió las compuertas y creó laoportunidad para la realización de trascendentes cambios constitucionales vía la convención constituyente en marcha, se volcó hacia las urnas para derrotar al nazi-pinochetista José Antonio Kast y su neofascista Partido Republicano.
Felicitamos al pueblo chileno y a la coalición electoral que lo representó por su determinación de cerrarle el paso a la continuidad y endurecimiento del neoliberalismo, al racismo, al machismo, la xenofobia, a la subordinación al poder imperial de EE.UU en el ejercicio del poder gubernamental y a todas modalidades de discriminación, negación de derechos y antidemocracia.
Felicitamos dentro de esa diversidad político-social el rol jugado por el Partido Comunista Chileno y otras fuerzas de izquierda y movimientos innovadores con real voluntad transformadora. Saludamos su crecimiento como parte de esa gran alianza.
Felicitamos los aportes extraordinarios de las mujeres, la juventud, la intelectualidad revolucionaria y el pueblo trabajador empobrecido por las políticas neoliberales; valiosos y decisivos aportes para concretar ese fuerte golpe a la reacción pinochetista.
El cambio constitucional se fortalece con esa nueva victoria.
El triunfo chileno se suma al promisorio repunte de la oleada por la nueva independencia continental, precedida de las recientes victorias populares en Perú y Honduras.
Vale de toda manera alertar frente el rol perverso de las fuerzas neofascista en Chile y en nuestra América y EEUU. Alertamos frente al proceso de derechización extrema de las derechas continentales y la perversa intensificación de sus capacidades conspirativas, como también ante las no descartables vacilaciones que generan -o podrían generar- la agresividad ultraderechista en el contexto de confluencias y alianzas tan amplias y tan diversas.
En estos casos la clave para seguir triunfando y profundizando el proceso de cambios está en la independencia del poder popular de calle, en la permanente movilización del sujeto pueblo para lograr una Constitución transformadoras, frenar vacilaciones y derrotar la sedición neofascista e imperialista.