Oneil Cruz pegó un jonrón a 122.9 mph, el batazo más duro en la era de Statcast

PITTSBURGH.- A ciertos jugadores de Grandes Ligas que simplemente parecen hechos para Statcast, la tecnología de rastreo de última generación del béisbol. El jardinero dominicano de los Piratas, Oneil Cruz, ha demostrado a lo largo de los años que es uno de ellos.

Sin embargo, la tarde del domingo durante la derrota por 6-5 ante los Cerveceros, Cruz llevó sus hazañas habituales un paso más allá, haciendo algo que nadie ha hecho en los 10 años de historia del servicio de seguimiento.

Cruz conectó el batazo más fuerte en la historia de Statcast, pegando un cuadrangular que salió de su bate a 122.9 ante una recta de cuatro costuras a la altura de las letras de Logan Henderson. La bola superó la pared del jardín derecho en el PNC Park con facilidad, viajando 432 pies y cayendo de un bote en el río Allegheny. Cuando la bola tocó el agua, Cruz siquiera había salido de la caja de bateo.

“Se siente bien. Estaba buscando un buen lanzamiento para batear y le pegué muy bien”, dijo Cruz. “Se siente aún mejor saber que es batazo más fuerte en la historia de Statcast”.

El batazo, el 11mo bambinazo de Cruz de la temporada, marcó el 83er cuadrangular en la historia del PNC Park (desde su temporada de estreno en el 2001) en llegar al agua, y fue la sexta vez que Cruz lo hace en su carrera.

“No importa con qué fuerza se golpee la bola. Solo salgo a hacer buen contacto”, aseguró Cruz. “A veces, ni siquiera trato de hacer el contacto más fuerte, solo poner la bola en juego”.

Cruz rompió su propio récord de la bola bateada con más fuerza en la historia de Statcast, superando un sencillo a 122.4 mph que pegó contra la pared del outfield en el Pittsburgh el 4 de agosto del 2022. El batazo también trituró la marca del jonrón más fuerte, un registro que anteriormente estaba en manos del bateador designado de los Yankees, Giancarlo Stanton (121.7 mph, 9 de agosto del 2018).

El abridor Bailey Falter dijo que el momento sucedió tan rápido que no se dio cuenta de lo que había pasado.

“Pensé que era un foul porque él estaba parado allí en el home. Luego miré la pizarra y me di cuenta de que la había bateado [122.9 mph] hacia el río”, confesó Falter. “Fue bastante impresionante. No creo haber visto una bola bateada tan fuerte en mi vida. Cuando está encendido, está encendido. Es divertido e impresionante de ver”.

Falter y el infielder Adam Frazier estaban asombrados por la ridícula demostración de poder de su compañero. Al mismo tiempo, también estaban agradecidos de que nadie saliera herido. El bienestar de la multitud presente es una preocupación justa por parte de un jugador que se ubica en el percentil 100 en MLB en velocidad de bateo, porcentaje de batazos duros, porcentaje de macetazos y velocidad de salida promedio.

“Podrías ver algo especial cada vez que se para en la caja de bateo”, agregó Frazier.

Los fuegos artificiales fueron un final apropiado para la estadía de Cruz en casa. Cruz terminó la serie de 16-6 con tres jonrones, cinco carreras impulsadas, un doble y un triple. Ahora tiene un promedio de bateo de .236 y un OPS de .853, junto con 18 bases robadas (tercero en MLB).

“No puedo decir lo suficiente sobre él, cómo jugó y cómo ha estado jugando, especialmente esta serie con los jonrones, el triple, también hizo una gran jugada en entre el jardín derecho y el central”, comentó el mánager interino de los Piratas, Don Kelly. “Parecía una jugada difícil. Está haciendo grandes cosas”.

AP

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