Puerto Príncipe. La oficina de Naciones Unidas en Haití dijo estar “profundamente preocupada por el recrudecimiento de la violencia” de las bandas armadas contra los civiles en el país y pidió que cesen las agresiones, en un mensaje publicado ayer en su cuenta de Twitter.
“Instamos a todas las partes interesadas a detener la violencia y a permitir el acceso a la ayuda humanitaria a las poblaciones necesitadas”, dijo el comunicado de la ONU.
Ayer una situación de tensión reinó durante varias horas en el bulevar Toussaint Louverture, que conduce al Aeropuerto de Puerto Príncipe, después de que una banda armada atacara un concesionario de automóviles.
En los últimos meses, Haití se enfrenta a un dramático aumento de la violencia de las bandas, caracterizado por un importante incremento de los ataques armados contra civiles, guerras entre pandillas, asesinatos, robos, violaciones y secuestros en todo el país.
Al menos tres subestaciones de Policía de la zona metropolitana de Puerto Príncipe han sido asaltadas recientemente por bandas armadas que forman parte de la coalición de pandillas conocida como G-9 an fanmi e Alye.
Cité-Soleil, la mayor barriada del país, lleva varios meses sumida en una sangrienta guerra entre dos grupos armados que se disputan el territorio.
Durante la primera semana de junio, la entrada sur de la capital estuvo completamente inaccesible a causa de la batalla entre la banda Ti Bwa y la de Grand Ravine en la comuna de Carrefour, donde se disputan los territorios desde hace más de una década. Como resultado de esta guerra, al menos 1.120 personas se han tenido que refugiar en un gimnasio, según datos de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, y otros cientos están viviendo en las calles o en casa de familiares.
La ONG Médicos del Mundo denunció este lunes que la violencia en Puerto Príncipe dificulta el tránsito de las ambulancias, del personal sanitario, del suministro de combustible y materiales médicos y también está llevando a muchos pacientes a renunciar a acudir al médico por miedo a la criminalidad.