La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, ha pedido este viernes la liberación de todos los manifestantes detenidos durante las recientes protestas en Cuba y ha apostado por la apertura de un proceso de diálogo.
«Estoy muy preocupada por el presunto uso excesivo de la fuerza en contra de manifestantes en Cuba y el arresto de un gran número de personas, entre ellas varios periodistas», ha señalado. «Es especialmente preocupante que entre ellas haya personas presuntamente incomunicadas y personas cuyo paradero se desconoce. Todas las personas detenidas por ejercer sus derechos deben ser liberadas urgentemente», ha agregado.
«Lamento profundamente la muerte de un manifestante en el contexto de las protestas en La Habana; es importante que haya una investigación independiente, transparente y eficaz, y que los responsables sean sancionados», ha manifestado Bachelet a través de un comunicado publicado por su oficina.
Por ello, ha reclamado al Gobierno cubano «que aborde las demandas de los manifestantes mediante el diálogo» y que «respete y proteja plenamente los derechos de todas las personas a la reunión pacífica y a la libertad de opinión y expresión».
Restablecimiento de Internet y retirada de sanciones
Bachelet ha solicitado además que se restablezca totalmente el acceso a Internet y ha reiterado su llamamiento a la retirada de las sanciones impuestas por Estados Unidos contra la isla debido a su impacto negativo a nivel de Derechos Humanos, incluido el derecho a la salud.
Cientos de cubanos han salido a las calles en los últimos días para expresar su descontento por la carestía de productos básicos, como alimentos y medicinas, y miembros de la comunidad internacional y ONG, entre otros, han denunciado una dura represión contra los manifestantes.
Por su parte, el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, tildó el miércoles de «mentira» y «total calumnia» las denuncias sobre la represión de las protestas en la isla, al tiempo que apeló a la «unidad» de los cubanos. Cuba ha acusado además a Washington de destinar «cientos de millones de dólares» a «la subversión».
EUROPA PRESS