La Organización Panamericana de la Salud instó el miércoles a los países más ricos a que ayuden a los de menos recursos a acceder a la vacuna contra el coronavirus porque la protección sólo llegará cuando la gran mayoría de la población de todo el mundo esté inmunizada.
Las declaraciones de la directora de la OPS, Carissa Etienne, tuvieron lugar en una rueda de prensa virtual el mismo día que el ministro de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, pidió a Naciones Unidas que los países ricos dejen de acaparar las vacunas contra COVID-19, ya que eso representa una “injusticia” y un riesgo para la seguridad de la humanidad.
Con el objetivo de que todos los países tengan un acceso equitativo y reciban al mismo tiempo las vacunas, la Organización Mundial de la Salud —de la que es parte la OPS— y varias instituciones internacionales más crearon al comienzo de la pandemia el mecanismo COVAX. Sin embargo, mientras eso sucedía los países con más recursos comenzaron a firmar acuerdos bilaterales con las compañías farmacéuticas, para asegurarse de recibir la vacuna también por otros canales.
Hasta ahora, los únicos países que han recibido dosis lo han hecho a través de esos acuerdos, que han acaparado gran parte de las vacunas disponibles a nivel mundial.
COVAX está bajo escrutinio ya que aún no ha entregado vacunas. Prevé informar la semana próxima a más de un centenar de países miembros —entre ellos 37 de las Américas— cuándo comenzarán a recibir las primeras dosis y qué cantidades tendrán los envíos.
Durante una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, del que México es miembro temporal, Ebrard hizo un llamado a una distribución equitativa de las vacunas. Dijo que tres cuartas partes de las primeras dosis de vacunas administradas en el mundo se concentran en apenas 10 países que representan el 60% del Producto Interno Bruto global.
“Lo que está ocurriendo hoy abre una enorme brecha entre ese pequeño grupo de países que mencioné y el resto de los países, el grueso de la comunidad internacional, que no tiene acceso suficiente a las vacunas”, dijo el canciller mexicano. “Podríamos decir que nunca habíamos visto una división tan profunda que afectase a tantos en tan poco tiempo. Y urge actuar”.
La OPS elogió sus palabras.
“Sin duda que es importante el llamado de México”, expresó el subdirector de la organización, Jarbas Barbosa, y pidió que COVAX se convierta en un mecanismo permanente similar a otro que se creó en 2010 para la pandemia de influenza, y que garantiza que los productores de las vacunas tienen que donar determinada cantidad de dosis, vender otras a precios accesibles y transferir tecnología de sus laboratorios.
La región de las Américas ha sido fuertemente impactada por la pandemia, aunque en las últimas 12 semanas se registró un descenso del 10% en la cantidad de contagios, principalmente debido a las mejoras en la situación de Estados Unidos. La cifra de muertos también ha bajado, aunque sólo en la última semana, de acuerdo con información de la OPS.
En la última semana se han registrado más de 1,2 millones de casos y 39.000 muertos en las Américas. En América Central, todos los países, con excepción de Honduras, han visto una caída en la cantidad de infectados. En América del Norte, el descenso es generalizado en todos los países, y en América del Sur existen aún un puñado con aumentos, como Perú, Colombia y Brasil.
Algunos expertos estiman que para llegar a la llamada inmunidad de rebaño, es necesario que al menos el 70% de la población se vacune. En las Américas, eso representa a más de 700 millones de personas.
En los casi dos meses que lleva la vacunación en las Américas, casi 63 millones de personas han sido inmunizadas, la mayoría de ellas en América del Norte.
COVAX ofrece una canasta de vacunas a precios más accesibles para que todos los países tengan un acceso equitativo. Algunos pagan para obtener esas vacunas y otros, los de menos recursos, las reciben como donación. El mecanismo prevé distribuir unas 160 millones de vacunas en los primeros seis meses del año en la región.
AP