Otra huelga en San Francisco de Macorís

POR MARCOS SANTOS. – Si bien es cierto que muchos sectores de la sociedad, rechazan las huelgas, también es cierto que casi todas las demandas que la misma sociedad a través de los llamados grupos populares les exigen a las actuales autoridades del gobierno, están ahí, están presentes, y es que los funcionarios públicos no han cumplido las múltiples promesas que han hecho a lo largo de los últimos años.

Un país, que de acuerdo incluso a los organismos internacionales, acusa el mayor crecimiento económico de la región, no debería darse el ¨lujo¨, de que muchos de sus habitantes no tengan acceso a servicios básicos eficientes como la energía eléctrica y el agua potable, para comenzar con esos dos.

Ni hablar de la seguridad ciudadana, salud, educación, seguridad social, y un largo etcétera.

Pero, además, en nuestros sectores faltan instalaciones deportivas, iluminación en las calles, asfaltado de calles, hospitales, escuelas, áreas verdes, en fin, da la impresión que falta de todo.

Y si a todo esto le sumamos el alto costo de la vida, el panorama es para preocupar a las grandes mayorías del pueblo dominicano.

Viendo, así las cosas, el llamado a huelga para los días 28 y 29 de octubre, tiene toda la justificación del mundo.

Ahora bien, la intención de paralizar todo un pueblo por dos o tres días y cuidado, es contraproducente, tomando en cuenta la misma situación económica que afecta a amplios segmentos de la población, donde simplemente el dinero no les alcanza para cubrir sus necesidades básicas.

Decirles a esas personas que durante dos o tres días no podrán ganarse el sustento de sus familias, es para pensarlo dos veces.

Decirles a los empresarios y comerciantes, que las puertas de sus establecimientos estarán cerradas por el tiempo ya señalado, teniendo pendiente tantos compromisos por ser el final de mes, es para seguir pensándolo varias veces.

Pero, los organizadores dirán, y hasta el mismo pueblo también lo dirá,  si en dos o tres días no nos morimos, aguantemos el chucho, y vamos a arrancarle al gobierno las obras que necesitamos para vivir mejor, entonces esos ven las huelgas como casi un único recurso como método de lucha.

Por su lado, los funcionarios gubernamentales afirmaran que han hecho y están haciendo lo suficiente en materia de obras, y que este llamado a la protesta no tiene ninguna justificación.

Como podemos ver, cada quien mira el tema de acuerdo a sus intereses.

Lo ideal es poner esos intereses a favor del pueblo llano.

Que cada grupo toque y baile la misma música.

Esperamos que se concierte un dialogo sincero, amplio, participativo y sobre todo sin hablar mentiras para salir del paso.

EL AUTOR ES DIRECTOR DE CALLE56.COM Y MUJERESRD.COM

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