POR MARCOS SANTOS. – Motivos siempre hay para la protesta en contra de un Gobierno.
Y esos motivos, se acrecientan cuando se trata de la República Dominicana, donde los gobiernos que hemos tenido, han creado una sociedad injusta a lo largo de estos últimos años.
San Francisco de Macorís requiere de la ejecución, terminación de obras para mejorar las condiciones de vida de su gente, y para seguir sentando las bases para su desarrollo.
Y las administraciones anteriores, han quedado a deber con la sociedad francomacorisana.
Prometen y no cumplen.
La deuda social acumulada es muy grande.
En esos estamos claros.
El presente Gobierno encabezado por Luis Abinader, está en una situación difícil, delicada.
Seguimos en medio de una crisis sanitaria y económica, provocada por la pandemia del Covid-19, que ha hecho estragos en las finanzas nacionales.
A eso se le suma la subida en los precios internacionales en los combustibles, alimentos, materia prima y otros rubros importantes para la economía del país.
Otra cosa, al no aplicarse una reforma fiscal para hacer frente a un prepuesto deficitario, eso implica que el Gobierno podría no disponer de los recursos suficientes para la ejecución de obras a nivel nacional, y eso incluye San Francisco de Macorís y la Provincia Duarte.
Y como si no faltara más, tenemos de frente la crisis de Haití, que también afecta a la República Dominicana en materia de seguridad y económica.
La principal prioridad del pueblo dominicano, es salvaguardar nuestra soberanía y propiciar el crecimiento y la estabilidad de nuestra economía.
Pero aquí, en nuestra patria chica, llamada San Francisco de Macorís, la prioridad es paralizar la actividad económica por un día, justamente un día de pago en las empresas, para “exigir” obras, porque este pueblo paga mucho dinero en impuestos, y por eso merecemos esas obras, dirían los organizadores de esa protesta.
Pero a lo mejor, ellos (los convocantes), no tienen que pagar nomina quincenal, y de seguro no pagan impuestos.
Los días 15 se paga el anticipo, pero de seguro esa gente no sabe de lo que estamos hablando.
Los que trabajan y son emprendedores, seguro que me entienden.
El presupuesto del 2021 ya casi está agotado, el del 2022 se estará discutiendo para que entre en vigencia en enero próximo, pero como todos sabemos, es para febrero o marzo y cuidado si en abril, que comienza su ejecución por asuntos de burocracia.
En abril estarán convocando otra huelga.
Y seguimos la fiesta.
Ahora bien, que nos digan para qué es la huelga del 15 de noviembre próximo.
Ah, no me digan, se acercan las navidades y hay que beber, comer, y bailar.
La Ley 33-18 no solamente sirve para financiar las actividades de los partidos políticos, también sirve para financiar huelgas y protestas cuando se está en la oposición.
No todos somos pendejos.