El cuerpo de un niño contiene mayor cantidad de líquido, pero no lo retiene de igual manera que los adultos y ante la extraordinaria persistencia del calor, pediatras llaman a la población a tomar medidas para evitar funestas consecuencias.
elCaribe realizó consultas con diferentes galenos pediátricos, con el fin de saber cómo cuidar a los más pequeñines de la casa, ante esta ola de calor que está provocando sensaciones térmicas por encima de los 40°C.
La presidenta de la Sociedad Dominicana de Pediatría, Luz Herrera, explicó que el calor excesivo producido por las altas temperaturas es un factor de riesgo para la salud de los niños y niñas, los cuales son más vulnerables a padecer deshidratación debido a que el porcentaje de agua de su cuerpo es mayor que el del adulto y la posibilidad de mantenerlo es menor.
Patologías que el calor puede provocar en los niños
Herrera aseguró que además de la deshidratación otras patologías que se pueden producir con el calor son el agotamiento e irritabilidad, motivo por el que los padres o cuidadores deben estar atentos a la sintomatología que estos producen.
La especialista en Gerencia de la Salud Moderna hizo un llamado a los padres a estar atentos a los siguientes síntomas, que se desencadenan cuando el niño está padeciendo las altas temperaturas, tales son: desmayo, somnolencia o dificultad para despertar, dolor de cabeza, fiebre, náuseas, bebe ávidamente con sed, orina poco, vomita todo lo que come, dificultad respiratoria, espasmos o dolor muscular.
De igual manera. la pediatra Ismil Pérez declaró que los menores de 4 años y sobre todo los menores de 1 año, son aun más vulnerables, porque su temperatura corporal sube más rápido que en los adultos. Agregó que también hay que estar atentos a otros síntomas como piel seca y muy caliente, fatiga, debilidad, calambres musculares.
Pérez explicó que los golpes de calor son de sumo cuidado, debido a que la temperatura del cuerpo aumenta de 39°C – 40°C o más, además que la piel se torna roja, caliente y seca (se agota la transpiración), a esto se le agrega que la respiración y frecuencia cardiaca se aceleran y hay un dolor palpitante de cabeza. También provoca una alteración del estado mental y del comportamiento, produce vértigos, mareos, desorientación, delirios, confusión o pérdida de conocimiento y convulsiones.
Recomendaciones
Ante estas complicaciones las especialistas en pediatría realizaron una serie de recomendaciones para evitar que los más pequeños del hogar sean víctimas de esta ola de calor:
Las doctoras recomendaron mantenerlos hidratados, animando al niño a beber agua con frecuencia, y tenerla disponible antes de que la pida y a los niños que son alimentado con lactancia materna exclusiva antes de los seis meses de vida no se les debe dar agua, solo la leche materna, eso los mantendrá hidratados. De igual modo, vestirlos con ropa de colores claros y fresca, acorde con la temporada.
También se debe evitar la insolación, para esto se debe procurar que los niños estén en lugares frescos y con sombra, cuando y cuando el pequeño tenga calor darle un baño con agua fresca. Asimismo, las comidas deben ser ligeras; la fruta y verduras frescas que ayuden a reponer las sales perdidas por el calor.
En la medida de lo posible, limitar el ejercicio, especialmente durante las horas más calurosas y proponer para esos momentos, juegos más tranquilos que eviten la deshidratación, concluyeron las pediatras.
MARIA RAMOS