Patrocinio gubernamental  a “influencer” y programas  cargados de malas palabras y vulgaridades

POR LUIS ENCARNACION PIMENTEL.- Con tecnología y la evolución al paso del tiempo, los medios de comunicación tradicionales, por más esfuerzos de modernización o de adaptación desplegados por sus mentores, han entrado en una etapa de crisis que apunta a la desaparición, como en la práctica ha ocurrido con muchos de ellos en distintos países.

Los que quedan, muchos transformados y en una lucha permanente por prevalecer y seguir jugando el importante rol social que desempeñan, están con el grito al cielo, por los altos costos de producción, la falta de apoyo publicitario y la competencia brutal de unas redes que operan sin el mínimo control ético ni moral.

Luis Abinader

Dura y penosa realidad que encuentra eco o caldo de cultivo en una sociedad en franca involución, con irresponsables o extraviados que alimentan el facilismo, el irrespeto a las tradiciones, la inversión de valores y hasta les importa un bledo el riesgo que corran los intereses patrios.

Esto viene a cuenta, enterados de que en la última LASemanal el presidente Abinader favoreció que la publicidad oficial – que la oposición dice que es muy voluminosa, pero que los medios tradicionales, serios, decentes y que no dañan con vulgaridades extremas, no la ven ni la sienten ( debe ir más en apoyo de aquellos medios de comunicación que defienden e importantizan los valores, no los antis.

El jefe del Estado lo dice y, de seguro, no sabe del credo (o grosera iniquidad), de eso se trata, ni la mitad. Porque  hay medios con 20, 30 y más años desapareciendo o a punto de eso, por muy poco o ningún apoyo publicitario oficial, pese al Estado ser el principal colocador y sostén, que es función social, pues un medio que desaparece es una ventana que se lecierra a la democracia.

Mucha gente no se queja por delicadeza y respetarse, pero es ofensivo que a un productor de un medio acreditado se le coloque, por ejemplo, cincuenta mil, cien mil pesos o nada, mientras otro (a) de una sola institución oficial recibe contrato de nueve millones o más.

Lo de la alta suma en publicidad oficial es verdad, solo que, en un pervertido criterio, no sabemos de qué “teórico” enemigo del gobierno, la mayoría de las instituciones, quizá con la excepción de BANRESERVAS, han entrado en la onda de preferir y patrocinar con altas sumas “influencer” y programas en las redes cargados de malas palabras y vulgaridades. Eso no es cambio.

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