Un agradable baño de agua caliente calma y relaja la mente y proporciona un momento de felicidad. Sin embargo, bañarse en agua fría también tiene algunos beneficios.
Rejuvenecimiento físico y mental: Provoca una respuesta de alarma inmediata en el cuerpo y lo activa para despejar la mente rápidamente. Perfecto para empezar tu día a día con todas las pilas.
Efectos circulatorios: El shock al recibir agua fría activa la circulación sanguínea y produce efectos cardiovasculares. Aumenta el ritmo cardíaco y contrae los vasos sanguíneos, lo que permite que la sangre oxigenada fluya rápidamente por el cuerpo, nutre los órganos y músculos principales y mejora la circulación.
Aumento de la capacidad de atención: Activa el sistema nervioso y estimula la secreción de neurotransmisores para ayudar a aumentar el estado de alerta, como la noradrenalina.
Aumento de la oxigenación: se estimula la circulación cardiovascular lo que hace que el cuerpo necesite un mayor flujo de aire para acelerar la respiración. Esto aumenta la cantidad de oxígeno en el cuerpo a medida que la sangre circula más rápido.
Aumenta el metabolismo: el cuerpo necesita más energía para mantener su temperatura interna en niveles normales durante el frío extremo. Debido a esto, el metabolismo se acelera, porque busca lugares para obtener esta energía extra y comienza a utilizar los recursos almacenados (azúcares y grasas almacenados). Así se empieza a quemar calorías.
Antiinflamatorio y analgésico: Alivia dolores musculares y de cabeza.
Beneficios para la piel y el cabello: Las personas que se duchan en exceso pueden resecar su piel y cabello, por lo que una protección natural que envuelve y protege la piel en forma de grasa, especialmente en agua muy caliente, el agua fría no provoca pérdida de grasa en esta piel, y el estiramiento puede tensar la piel, evitando así la caída del cabello y haciéndolo brillante.
Aumenta la autoestima: para muchas personas, tomar un baño frío puede ser difícil. Si elige hacerlo una vez a la semana y lo hace, ha logrado una tarea que aumenta su autocontrol, autoeficacia y autoestima.
Las duchas frías no siempre son para todos. Está contraindicado para personas con hipertiroidismo, ya que tienden a tener más frío que los demás. A diferencia de una ducha caliente relajante, estimula el sistema nervioso, por lo que las personas con problemas cardíacos y/o respiratorios deben evitar esta práctica.