Son muchas las personas que, incluso cuando no hace tanto calor, eligen dormir con el aire acondicionado encendido. Sin embargo, esta no sería una práctica recomendable ¡Mira por qué!
Resfriados y gripes: El aire acondicionado puede resecar el aire interior, lo que puede aumentar la probabilidad de contraer resfriados o gripes.
Problemas respiratorios: El aire acondicionado puede causar o empeorar problemas respiratorios, como el asma o la bronquitis.
Problemas de piel: El aire acondicionado puede resecar la piel, causando picazón y sequedad.
Problemas oculares: El aire acondicionado puede causar sequedad en los ojos, lo que puede causar picazón, enrojecimiento y fatiga visual.
Problemas de sueño: El aire acondicionado puede bajar la temperatura de la habitación de manera significativa, lo que puede causar problemas para conciliar el sueño o mantenerlo durante toda la noche.
Problemas de salud mental: El aire acondicionado puede causar sensaciones de frío, lo que puede provocar ansiedad y estrés.
Es importante mencionar que estos problemas no siempre son causados por dormir con el aire acondicionado encendido, pero es importante tenerlos en cuenta al momento de tomar decisiones sobre el uso del aire acondicionado.
Es recomendable utilizarlo con moderación, ajustando la temperatura adecuada para el momento del día y evitando tenerlo en una temperatura muy fría.