Presidente conservador

POR DANILO CRUZ PICHARDO.- En una conversación sostenida en junio de 2008 con el hoy presidente de la República, Luis Abinader, me dijo que este es un país conservador, que apenas el 15% de la población es de pensamiento liberal. Aunque opté por el silencio no estuve de acuerdo con esa opinión, porque las estadísticas –basadas en resultados electorales– dicen todo lo contrario.

No suelo poner de ejemplo la victoria de Juan Bosch, el 20 de diciembre de 1962, porque el acertado lema de “borrón y cuenta nueva” contribuyó a que muchos trujillistas sufragaran por el PRD, por temor a persecución de Viriato Fiallo. A Bosch lo apoyaron fuerzas de ideologías y colores diferentes. Se recuerda que el 14 de Junio respaldó al PRD.

En la contienda de 1966 Bosch obtuvo 520 mil votos, un 39%, con un país ocupado por tropas norteamericanas, en una campaña basada en charlas radiofónicas y Balaguer recorriendo a sus anchas el territorio. De todas maneras, los progresistas ganaron senadurías en el Distrito, San Pedro, La Romana, Barahona y Pedernales. En un proceso en condiciones de igualdad el PRD hubiera logrado el grueso de las provincias.

Así ocurrió en el certamen de 1978, donde, a pesar del terror político, el PRD obtuvo la mayoría de los legisladores y Balaguer, por temor a persecución judicial, tuvo que robarse senadores y controlar la cámara alta. ¿Fue un voto conservador el que le dio el triunfo a don Antonio Guzmán?.

Otro ejemplo de que tenemos una población progresista radica en los comicios de 1982, en los cuales Salvador Jorge Blanco alcanzó un 47% y Bosch un 10%. Hablamos de una sumatoria de 57%.

Y en 1986 el PRD saca un 42% y simultáneamente Bosch, que años antes se había declarado marxista, se alza con un 18%, obteniendo senadurías en La Romana y San Pedro. Si suma 18 a 42 hacen 60. Otro buen ejemplo son los números de la contienda de 1990, en la cual el PLD de Bosch obtiene un 34% y el PRD de Peña un 24%. ¡Súmalo Luis!.

Los mismos que sufragaron por Luis son de izquierda y centro izquierda, a los cuales les ha pagado con desprecio y decide hacer un gobierno con la oligarquía más conservadora y corrupta que conozca la historia.

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