Protestas por abuso policíaco regresan a Los Ángeles tras muerte de hispano

Las protestas contra el abuso policial regresaron este domingo a Los Ángeles aupadas por la muerte de un joven hispano guardia de seguridad que fue baleado por alguaciles de esta ciudad la noche del jueves, dando continuidad a las manifestaciones iniciadas por la muerte de George Floyd.

El rechazo nacional del uso excesivo de fuerza por parte de las autoridades locales cuando se trata de arrestos a minorías tomó en Los Ángeles un nuevo impulso, tras el incidente que cobró la vida de Andrés Guardado, quién murió el pasado 18 de junio.

El joven, de 18 años y de raíces salvadoreñas, que trabajaba como guardia de seguridad en una taller de mecánica, fue abatido a disparos la noche del jueves al sur de Los Ángeles en las inmediaciones de ese comercio, en un hecho por el que la dependencia continúa las investigaciones.

Al grito de “el pueblo unido jamás será vencido», cientos de manifestantes de la comunidad hispana y afroamericana con cartelones que pedían “justicia” se tomaron las calles aledañas al vecindario donde pasó el incidente, para después ir hacia el centro de la ciudad.

Los Ángeles vivió por casi dos semanas una ola de protestas tras la muerte de Floyd el pasado 25 de mayo en Mineápolis, en una escena que fue grabada por los móviles de los transeúntes que captaron los casi nueve minutos de agonía de la víctima mientras un policía blanco presionaba su rodilla contra su cuello.

Las manifestaciones en Los Ángeles obligaron a declarar el toque de queda por varios días, y dio luz a las protestas que por años la comunidad negra y latina han hecho sobre el uso de fuerza excesiva contra las minorías en este condado.

Varios líderes están pidiendo una investigación estatal sobre las acciones de los agentes del Departamento del Alguacil de Los Ángeles, que derivaron en el fallecimiento del joven.

Las congresistas Nanette Díaz Barragán y Maxine Waters emitieron una declaración conjunta pidiendo al fiscal general de California, Xavier Becerra, que realice una investigación completa sobre el tiroteo.

«Andrés Guardado es el último joven de color asesinado por disparos de la policía. Le dispararon por la espalda. Los agentes involucrados no usaban cámaras corporales», se lee en el comunicado de las legisladoras federales.

«Exigimos respuestas y pedimos una investigación independiente sobre esta trágica muerte. Debe haber total transparencia”, añadieron.

Durante una conferencia de prensa el sábado, el Departamento del Alguacil del Condado de Los Ángeles dijo que está investigando a fondo el tiroteo en el que falleció el joven, que no vestía un uniforme que lo identificara como guardia de seguridad en el momento de su muerte.

La familia de Guardado, inmigrantes de El Salvador,  también exigen una investigación independiente y sostiene que el arma recuperada en el lugar del tiroteo no pertenecía al joven.

EFE

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