Este año fallecieron dos de los que tuvieron algo que ver con la creación de la provincia Santo Domingo en 2001: Tirso Mejía Ricart, uno de los ideólogos de la ley, y Johnny Ventura, el último síndico del antiguo Distrito Nacional.
Mejía Ricart dio forma a la legislación que creó la Mancomunidad del Gran Santo Domingo; mientras que Ventura fue el edil sustituto del extinto líder político José Francisco Peña Gómez, el más ferviente doctrinario de la descentralización.
Sin embargo, a 20 años de conformarse la nueva demarcación, dos de sus precursores han quedado en el anonimato: Gracito Ventura y Celso Danilo Martínez, ambos también fallecidos.
Al igual que ellos, que lucharon por la división del Distrito Nacional, así siguen sin resolver muchos de los problemas que originaron la fragmentación de una ciudad nerviosa y atribulada por las precariedades.
Se advierte aún la falla en la recogida de basura, contaminación ambiental, caos en el tránsito urbano, falta de drenaje pluvial, calles deterioradas, inseguridad ciudadana y alumbrado público frágil.
Se cumple ahora un ciclo de 20 años, durante el cual los residentes en Santo Domingo urgen por la mejoría de esos servicios. Justo cuando se han sucedido cinco gestiones municipales.
El 16 de octubre la provincia será veinteañera. Creada mediante la Ley 163-01 que fue promulgada por el entonces presidente Hipólito Mejía, e introducida por el pasado diputado Rafael (Fiquito) Vásquez.
La demarcación está conformada por los municipios Santo Domingo Este (cabecera), Santo Domingo Norte, Santo Domingo Oeste, Boca Chica, Los Alcarrizos, Pedro Brand y Guerra.
Mientras que los distritos municipales son La Victoria, San Luis, La Caleta, Hato Viejo, La Guáyiga, La Cuaba, Pantoja y Palmarejo-Villa Linda. División que dejó al Distrito Nacional sin ninguna zona rural.
Separada de forma natural, al norte y al este, por los ríos Ozama e Isabela, y sus municipios Santo Domingo Norte y Santo Domingo Este, el más poblada del país, con 948,885 habitantes, según el censo de 2010 de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE).
En la Mancomunidad del Gran Santo Domingo habitan más de tres millones de almas, la mayor concentración de personas en la provincia metropolitana que rodea al Distrito Nacional.
En la joven demarcación, que emergió de la más vieja ciudad (1496), ahora cohabitan la modernidad y el atraso. El desarrollo y el subdesarrollo. La miseria y la prosperidad.
Sin embargo, uno de los objetivos de la división fue “mejorar la eficiencia y eficacia administrativa, financiera y política de toda la zona metropolitana de Santo Domingo”, según consigna la ley.
Historia de la división
¿Valió la pena la división? ¿Qué se ha logrado con la creación de la provincia Santo Domingo?
Para José Sánchez, un municipalista de 54 años, residente en Santo Domingo Este, valió la pena; porque, a su juicio, ha permitido independencia territorial, presupuesto local y desarrollo socioeconómico.
Recuerda que el extenso territorio resultaba inoperante para el cabildo del Distrito Nacional, con un cúmulo de demandas debido a la deficiencia en los servicios municipales.
Entidades de la sociedad civil iniciaron en 1995 con el Movimiento Cívico Santo Domingo Oriental y, tras varios años de lucha, lograron dividir la demarcación a través del Movimiento Provincial Santo Domingo (Moprosado).
En su condición de vocero de esas entidades, Sánchez evoca a quienes estima fueron los promotores más fervorosos de esos movimientos , los municipalistas Gracito Ventura y Celso Danilo Martínez.
“Ya nadie los recuerda, pero ambos fueron gestores de la provincia Santo Domingo”, lamenta Sánchez.
En buena medida, fue el líder político del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Peña Gómez (1937-1998), el inspirador para que se propiciara la división territorial del Distrito Nacional.
Peña Gómez fue síndico durante el período 1982-1986, y había lidiado con el extenso territorio, por lo que tenía la visión de la descentralización de los servicios públicos municipales. Al estilo de las comunas en Europa.
Intentó retornar a la sindicatura 12 años después, en 1998; sin embargo, a pocos días de las elecciones, falleció. Asumió el cargo el merenguero Johnny Ventura (1940-2021), siendo el alcalde que vio fraccionado al Distrito Nacional.
Sánchez reconoce el aporte que hizo el académico Mejía Ricart (1939-2021), quien incluyó en la propuesta de ley a Santo Domingo Oeste, así como a Los Alcarrizos y a Pedro Brand, zonas que no estaban contempladas en la nueva provincia.
Ciudad de contrastes
Sin embargo, durante un ciclo de dos décadas de división territorial, aún hay asignaturas pendientes en municipios que a menudo crecen de forma desordenada. Santo Domingo se desvive entre el atraso y la modernidad. Ya cuenta con el Metro y el Teleférico. Pero persisten las guaguas “voladoras” y los carros chatarras en el concho. Un tráfico caótico y asfixiante.
Asimismo, casas en villas de miserias, mientras hay torres, túneles, elevados y soterrados, así como urbanizaciones en áreas privilegiadas. Pero, las riberas del Ozama e Isabela albergan casuchas sumidas en la pobreza.
Más allá del aumento de la burocracia municipal con al menos siete nuevas alcaldías;
¿Cuál ha sido el impacto positivo de la fragmentación?
En buena medida, la visión era impulsar una gestión de desarrollo local que diera al traste con las múltiples necesidades que afectan la ciudad.
“La planificación municipal se sostiene en la participación comprometida de todos los actores sociales del municipio y fortalece el rol del ayuntamiento como promotor y articulador del desarrollo local”, precisa el Plan Municipal de Desarrollo Santo Domingo Este, desde 2015 hasta 2025.
Acaso el único y más loable esfuerzo de planificación que hiciera la gestión edilicia que encabezó Juan de los Santos (Juancito), del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), la entidad política más beneficiada durante los últimos 20 años.
SEPA MÁS
Condiciones favorables
“Hoy se puede visualizar el desarrollo que se ha conseguido. Ampliaciones de avenidas, extensión del Metro y el Teleférico de Santo Domingo, el proceso de recuperación del río Ozama y grandes plazas comerciales”, destaca el municipalista Sánchez.
Valora las instalaciones de instituciones públicas en la demarcación geográfica de la provincia, así como los puertos Multimodal Caucedo, Haina Oriental, Ozama y de San Souci. Instituciones castrenses y los aeropuertos Internacional de Las Américas José Francisco Peña Gómez y el Higu¨ero Joaquín Balaguer.
Daniel Johnson Benoit