POR VINICIO CASTILLO SEMAN.- La República ha sufrido gravemente con los embates de la secuela económica de pandemia del Covid-19 y el saqueo generalizado de que fue víctima por parte del gobierno saliente el 16 de agosto pasado.
El endeudamiento externo ha alcanzado records históricos impensables hace unos años. Casi 70% el PIB. Los mercados internacionales de capitales y la policía financiera internacional FMI nos siguen respaldando en las calificaciones de riesgo país. No sin advertir RD debe asegurar la sustentabilidad del pago de la deuda con una reforma tributaria.
Es un problema muy complejo, puesto que si se pierde la confianza de los mercados internacionales y las calificadoras de riesgo, RD podría entrar al año 2022 con un colapso en su imagen económica internacional, ahuyentando a los inversores y poniendo en riesgo la estabilidad macroeconómica que le ha permitido navegar con crecimiento económico en los últimos 20 años.
La otra cara de la moneda, es si es posible plantear una reforma fiscal en estos momentos para buscar 200 mil millones de pesos de ingresos o recortes de gastos, sin producir un estallido social y pérdida de estabilidad política.
La otra pregunta es quienes deben cargar con la mayor cuota de esa reforma fiscal. El espejo de Colombia está fresco y el nivel de ajuste económico debe hacer es menor en porcentaje del que el Estado necesita aquí.
Parejo con ese panorama económico, es evidente el PLD Danilato espera con ansias la propuesta de reforma tributaria para pescar en río revuelto y apostar a la crisis de gobernabilidad política y social. La camarilla de Danilo ve de lo anterior la única oportunidad para buscar impunidad y escabullirse de la responsabilidad de responder de sus actos en el mando del gobierno más corrupto que recuerde la República Dominicana.
Sumado a lo anterior, es evidente que el Danilato busca enchinchar el cuartel con el caso Coral.
Tienen muchos cuadros en mandos, incluyendo en la propia seguridad presidencial y el batallón presidencial, todo lo cual quedó evidente en declaraciones explosivas de Girón.
Estoy convencido de que para que la población pueda aceptar nuevos sacrificios en reforma fiscal, es fundamental que vea esfuerzo serio del gobierno para recuperar los miles de millones robados.
Aunque hace meses el Presidente Abinader nombró una comisión de juristas para reclamar dineros robados al Estado, es muy poco o nada lo que se ha hecho y, por el contrario, se ha percibido relaciones colindantes con algunos cabecillas del Caso Coral.
Creo que si el pueblo ve un gobierno actuando a través de sus abogados en recuperar miles de millones robados, podrá entender sacrificios adicionales en materia de reforma fiscal. Si, por el contrario, eso no ocurre, verá esa iniciativa como un intento de cargarle al pueblo el costo de un saqueo y festín político empresarial en que no participó.