REINO UNIDO: Truss acorralada por su gestión económica

Liz Truss lleva poco más de cinco semanas en el cargo y ya se enfrenta a su primera crisis política por su gestión de la economía en un momento especialmente delicado para el Reino Unido.

La primera ministra fue escogida en unas primarias convocadas en el Partido Conservador por la dimisión forzada de Boris Johnson, tras un mandato marcado por los constantes escándalos y la constante guerra interna que fragmenta al partido desde la victoria del Brexit.

Cuarenta días después, Truss tiene los días contados y podría caer en las próximas semanas, de acuerdo con los analistas consultados por RTVE.es.

En su primer discurso como primera ministra, Truss prometió a los británicos «salir de la tormenta» económica que atraviesa el Reino Unido por las consecuencias de la pandemia, la guerra en Ucrania y la salida de la Unión Europea.

Para ello, formó un tándem neoliberal junto a Kwasi Kwarteng como ministro de Finanzas y número dos y prometió una reducción de la factura eléctrica y los impuestos, en un intento de mostrar un fuerte liderazgo en tiempos de crisis.

Treinta y ocho días después y tras varias rectificaciones en política económica, Truss ha destituido a Kwarteng, un movimiento «para salvar su propio pellejo», según destacan los profesores de política británica Adam Cygan, Paul Webb y Simon Tormey.

«Hay mucho malestar en su partido, que opina que no estaban manejando bien la situación económica y, para mantenerse en el cargo, Truss ha sacrificado al ‘cordero’ Kwarteng», subraya el profesor de la Universidad de Leicester Simon Tormey.

UNA CRISIS “CREADA POR TRUSS Y KWARTENG»

Truss llegó al poder con una inflación del 8,6% que en septiembre subió al 9,9%. El 23 de septiembre, las alarmas saltaron cuando Truss y Kwarteng anunciaron su plan económico, basado en una histórica bajada de impuestos, la mayor en 50 años, para hacer frente a la incipiente crisis energética y del coste de la vida.

De inmediato, la libra esterlina se desplomó y cayó al mínimo histórico contra el dólar desde 1985.

Apenas diez días después, la presión en su partido y los mercados llevó a Truss a dar marcha atrás y renunció a la rebaja fiscal para las rentas más altas. «Os hemos escuchado», dijo entonces Kwarteng, en un intento por explicar un cambio radical de opinión que muchos atribuyeron a la primera ministra.

Pero este cambio no sirvió para calmar los ánimos y este viernes, el exministro de Finanzas volvió de urgencia desde Washington para ser despedido por una de sus aliadas.

Para Simon Tormey, esta crisis política a raíz del plan económico es una «crisis autoinfligida provocada por Truss y Kwarteng. De no ser por su incompetencia política, los mercados no se habrían hundido.

El problema es que apostaron por políticas muy radicales sin consultar a los actores económicos, incluso cogió por sorpresa al Banco de Inglaterra. Por eso, los mercados están castigando al Gobierno».

En lo que va de año, la situación económica en el Reino Unido no ha hecho sino empeorar: la inflación no deja de crecer, la libra sigue sin recuperarse y el Banco de Inglaterra ha tenido que comprar deuda en busca de estabilidad.

AGENCIAS

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