El vertedero que por años representó un gran dolor de cabeza para las autoridades y la población de Puerto Plata, hoy comienza a ser manejado como un relleno sanitario entregado a manos privadas.
Tanto el mantenimiento como la seguridad del paso ubicado en la comunidad de Magiolo, a la entrada a la ciudad, en el mismo lugar donde por más de tres décadas permaneció el basurero, ahora son manejados por la empresa Eco 5 RD.
Empleados del cabildo, aseguran que los equipos con que cuentan, brindan mantenimiento constante del depósito de desperdicios. Agentes policiales permanecen apostados para el manejo de la seguridad y así evitar que desaprensivos puedan pegar fuego al relleno sanitario.
La iniciativa forma parte del programa de intervención de rellenos sanitarios. Desde la pasada gestión municipal de Walter Musa se venía gestionando la construcción de un relleno sanitario que diera paso al cierre del vertedero.
Años en disputa
Pese a los planes del gobierno y el cabidlo en la gestión de Musa, diversos sectores, incluyendo el político y los empresarios del sector turismo rechazaban que se buscara como espacio, un solar en la comunidad de Cofresí, por el impacto que generaría.
El 26 de marzo del 2019, en un acto realizado en la Alcaldía, se anunció a través del proyecto Dominicana Limpia la clausura del vertedero de Maggiolo y la adquisición de otro solar. Sin embargo, desde entonces se ha debatido el terreno idóneo para construir un relleno sanitario.
El gobierno de Danilo Medina entregó la suma de 200 millones de pesos para la obra, y según el exalcalde Walter Musa dejó ese dinero en la cuenta del ayuntamiento, pero que la presente gestión ni siquiera ha colocado en el presupuesto. Esto ha obligado a que siga operando en el mismo lugar.
Esperan por pronta solución de basurero
Ambientalistas han advertido que permanecer con el vertedero a la entrada a la ciudad, representa focos de contaminación.
En tanto que el municipio de Sosúa, presenta una situación más difícil, debido a que con frecuencia se registran humaredas que muchas veces se extiende hasta las cercanías del aeropuerto internacional Gregorio Luperón.
MIGUEL PONCE
