República Dominicana podría estar echando a la basura un gran negocio. La falta de una ley que establezca los procedimientos adecuados para el manejo de desechos pone en riesgo la generación de empleos alrededor del reciclaje y el aprovechamiento de residuos en los vertederos a cielo abierto.
“Sin regulación, el manejo de los vertederos se presta a la formación de una mafia terrible y la explotación de los buzos [recolectores de materiales reciclables]”, asegura María Alicia Urbaneja, directora ejecutiva de la Red Nacional de Apoyo Empresarial a la Protección Ambiental.
El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Mimarena) tiene algunas normas vigentes que atañen al manejo de la basura, pero no son lo suficientemente rigurosas como para que se haga la correcta disposición de los residuos generados en los hogares y la industria, por lo que urge contar con una legislación integrada sobre gestión de residuos, afirma Urbaneja.
Hace ocho años que en el Congreso Nacional se estudia el “Proyecto de ley general de gestión integral y coprocesamiento de residuos de la República Dominicana”, el cual especifica las funciones de las que deben ocuparse los ayuntamientos, Mimarena, las empresas y la población para el procesamiento de los desechos.
A mediados de mayo pasado, los diputados realizaron la más reciente revisión a la normativa y fue puesta en manos de los senadores, pero aún no la colocan en su agenda de sesiones.
“Esa ley creará las bases para empezar a trabajar como se debe”, argumenta Urbaneja, quien participó en la estructuración del proyecto de ley.
Cambio de modelo
De aprobarse, el país deberá tomar muy en serio la economía circular y las acciones de reciclaje que esa práctica conlleva, pues en el Artículo 80 se declara como obligatorio que el generador de residuos clasifique y separe los materiales orgánicos y los inorgánicos, para que los recolectores puedan darle un manejo correcto.
Actualmente hay alrededor de 368 vertederos a cielo abierto en funcionamiento en todo el territorio nacional. El procesamiento incorrecto de los residuos en estos espacios ocasiona daños tanto al medioambiente como a la salud.
Ángel Canó, presidente de la Comisión Nacional de Energía, dice que no se está aprovechando el procesamiento de basura para la producción de energía, a pesar de que la Ley 57-07 sobre incentivos a las energías renovables obliga al Estado a fomentar el aprovechamiento y manejo de los residuos sólidos, biomasa y líquidos derivados.
“Si la basura viene a convertirse en un insumo importante para generar electricidad, pues estaremos contribuyendo a la seguridad energética del país”, dice.