POR GUARIONEX ROSA.- Aunque a solo tres días de las elecciones norteamericanas del 5 de noviembre, el peso que tienen las mujeres entre el electorado hace predecir a muchos analistas políticos que la vicepresidenta Kamala Harris podría superar el empate técnico con el ex presidente Donald Trump, según las encuestas, y alzarse con la victoria.
Las principales encuestas dan un empate técnico entre las dos candidaturas al cerrarse la semana, pero al mismo tiempo analistas predicen que Harris ganaría el voto popular, solo que eso no basta dada la complejidad del sistema norteamericano. Hillary Clinton ganó el voto popular y no las elecciones en 2016.
En esa ocasión, la ex secretaria de Estado y esposa del ex presidente Bill Clinton obtuvo 2,8 millones de votos populares más que Trump, para un total de 65,844.954, en tanto que el republicano alcanzó 62,979.879, una cifra inferior. Trump ganó en 30 estados y Hillary en 20, por lo que se le adjudicó el triunfo al republicano.
Si en las elecciones actuales Trump ganara los votos electorales que suman los estados y Harris los populares que depositan los electores, podría repetirse la misma historia en que una mujer no pudo hacer el hito de ser elegida. En la historia del país, ninguna mujer ha sido escogida presidente.
En los estados ganados por Clinton se acumularon 227 votos de los delegados del Consejo Electoral, Trump recibió 304, equivalente a 34 más de los 270 votos requeridos para ganar la Casa Blanca. Por ello Harris y sus estrategas han concentrado sus esfuerzos en Pensilvania, Wisconsin y Michigan, que, junto a Nevada, Arizona, Carolina del Norte y Georgia dan y sobra.
La frenética campaña electoral, donde se han presentado propuestas y muchos insultos, mentiras e insinuaciones, y ha ocurrido al menos un atentado contra el candidato republicano y un intento contra el mismo en su vecindario de Mar-A-Lago, Florida, pasará la historia como sin precedentes.
La elección de Harris sería sin precedentes porque al mismo tiempo que nunca una mujer ha sido escogida en elecciones nacionales tampoco una candidata de color y descendientes de inmigrantes ha llegado a la Casa Blanca. Harris es hija de padre jamaiquino y madre de la India.
Trump no respeta
Harris ha dirigido muchos de sus mensajes al electorado femenino del cual espera una avalancha de votos, tras asumir que ellas tienen derecho a decidir sobre su cuerpo. La campaña de Harris le ha redituado tanto entre el sector femenino que Trump ha cambiado su radical posición y ahora apoya las tres causales sobre el aborto.
Pero Harris y muchos demócratas creen que si no perdiera de manera convincente, Trump trataría de desconocer las elecciones como hizo en el 2020 cuando ganó Joe Biden. Trump nunca reconoció esa victoria y todavía habla de dislocaciones y cambios de resultados en algunos estados.
El pasado domingo convocó un mitin en el Madison Square Garden, la emblemática arena para conciertos y deportes de la 7ma. Avenida de Nueva York, donde consiguió un aforo completo y habló ante la multitud, un cómico invitado aguó la fiesta al llamar a Puerto Rico “isla de basura flotante”, lo que causó un repudio de la comunidad boricua y de los puertorriqueños en el Caribe.
Aunque Trump trató de minimizar el incidente y expresar su amor por los puertorriqueños, en la prensa y en los medios políticos de la isla recordaron cuando fue a verificar los daños del huracán María (septiembre de 2017). En la ocasión lanzó papeles de baño a la garata y olvidó pronto los graves daños sobre todo en los servicios de agua y luz.
Harris celebró un gran acto frente a la Casa Blanca donde se reunieron muchos washingtonianos y de los estados vecinos de Maryland y Virginia. Harris es fuerte en ambos, sobre todo por la influencia de la capital, Washington, DC. Fue una apelación sobre todo a las mujeres, negros y latinos de la región para darle el voto.
Los dos candidatos buscan en los últimos días de la campaña ganar el favor de siete estados muy importantes: Nevada, Arizona, Pensilvania, Georgia, Wisconsin, Michigan y Carolina del Norte. Para ellos surcan el país de un lado a otro con sus cambios de horarios y el cansancio que se acumula en la campaña de seis meses. También influir en general sobre los 240 millones de electores que empadronados.
Apoyo de celebridades
Harris disfruta de un enorme apoyo entre celebridades de la farándula, de los escritores y el mundo deportivo como lo ha demostrado desde el principio de la campaña. Trump también tiene sus apoyos, pero incomparablemente menor. El republicano busca conquistar a los hispanos, primera minoría.
Un crítico fundamental es el periodista Bob Wooward, uno de los famosos nombres (Bob Woodward-Carl Bernstein) quien trabajó en los reportajes “Papeles del Presidente”, en el periódico The Washington Post, en la época de Richard Nixon entre 1969-1974, el único presidente obligado a renunciar. Woodward dijo el jueves que Trump era peor que Nixon.
Poco tiempo antes de sus comentarios por CNN, la súper estrella Jennifer López endosó la candidatura de Harris durante un mitin en Las Vegas, Nevada que estaba de aniversario de su fundación (31 de octubre de 1864) como el estado 36 de los Estados Unidos. Le dijo a la multitud donde menudeaban los puertorriqueños: “¡Soy boricua, carajo!
Tras ser presentada por Jennifer, la candidata Harris hizo un pequeño recuento de su programa y énfasis en que las mujeres deben decir todo lo concerniente a su cuerpo. En una visión holística de la situación norteamericana volvió a advertir contra el supuesto de que Trump pueda ganar las elecciones o tratar de arrebatarlas.
Ayer, mientras abordaba el avión 2, de la Vicepresidencia Harris se quejó del lenguaje de Trump y de haber hecho una amenaza contra la ex representante Liz Cheney, hija del ex vicepresidente Dick Cheney, quien ha lanzado un llamado a los republicanos a votar por Harris. Cheney ha ido a programas de televisión y mítines para respaldar la candidatura demócrata y fustigar a Trump.
Trump concretamente sugirió que Cheney debería enfrentarse a un pelotón de fusilamiento, algo que le queda chiquito a la denuncia de su candidato vicepresidencial, JD Vance en cuanto a que en la ciudad de Springfield, Ohio inmigrantes (haitianos) se comen los perros y los gatos, denuncia que nunca fue probada. El ex gobernante prometió visitar la ciudad, pero tampoco lo hizo.
Entre los inmigrantes sin papeles cunde el pánico puesto que Trump ha prometido retornarlos a sus países. No ha mencionado a República Dominicana, pero sí a Venezuela, Haití, Cuba, México y otros. Se duda que en cualquier caso el ex presidente, de ser elegido, pudiera afrontar la tarea de retornar a sus países a entre 12 y 20 millones de extranjeros.