MOSCU.- El Departamento de Sanidad de la región de Moscú ha elevado a 182 el número de fallecidos en el ataque del viernes contra la sala de conciertos Crocus City Hall en Moscú, según su último balance publicado este domingo, conforme los servicios de Emergencia van extrayendo cuerpos sin vida de entre los escombros del recinto, incendiado por los atacantes.
El organismo ha publicado en su página web un listado de fallecidos que incluye además datos sobre hospitalizaciones: 101 personas siguen ingresadas, 61 están recibiendo tratamiento ambulatorio y 20 más han recibido el alta, para un total de 182 heridos.
Como ya avanzó ayer, durante la búsqueda los investigadores han encontrado dos carabinas Saiga, más de 500 cartuchos y 28 cargadores que los atacantes abandonaron en el lugar antes de darse a la fuga.
Mientras, las autoridades han comenzado a presentar ante los tribunales a los sospechosos detenidos, informa la agencia de noticias rusa TASS.
El primero, Dalerjon Barotovich Mirzoev, ha comparecido ante el Tribunal Basmani de Moscú, cuya jueza, Elena Lenskaya, ha dictado prisión provisional hasta el 2 de mayo tras acusarle del delito de atentado terrorista de un grupo organizado de personas con resultado de muerte tipificado en el Artículo 205.3B del Código Penal ruso que contempla penas de hasta cadena perpetua.
Los vídeos difundidos por televisiones rusas muestran a Mirzoev con barba y el bigote afeitado, visiblemente desorientado y vestido con un chánal sentado en un banco dentro de una zona acristalada. En el rostro tiene varias marcas de lesiones, incluida un hematoma de grandes dimensiones bajo el ojo derecho.
Medios rusos han publicado que Mirzoev tenía cuatro hijos, nació en Tayikistán y tenía 32 años de edad. Se había empadronado provisionalmente en Novoribirsk por un plazo de tres meses que ya había expirado.
El mismo delito que a Mirzoev se le imputa a Saidakrami Murodali Rachabalizoda, quien también quedará bajo custodia del Servicio Federal de Seguridad ruso (FSB) tras comparecer ante el tribunal. En ambos casos la vista se ha celebrado a puerta cerrada por motivos de seguridad.
En imágenes de Rachabalizoda aparece también con barba y ropa deportiva sentado con gesto serio. Una fotografía en la que aparecen los dos sospechosos juntos los muestra de pie, maniatados a la espalda, con los ojos vendados con una tela blanca y el cuerpo doblado hacia delante junto a dos individuos con traje de camuflaje con el rostro parcialmente tapado que se encargan de su traslado.
El atentado del viernes en el pabellón es en el peor ataque terrorista en la historia contemporánea de la capital rusa, por encima de la crisis del secuestro, por parte de separatistas chechenos, del teatro Dubrovka en 2002, un ataque que se saldó con 132 rehenes fallecidos tras una intervención sin paliativos de las fuerzas de seguridad rusas.
EUROPA PRESS