Se activa la cuenta regresiva para que Estados Unidos elija un nuevo presidente

Este martes marca una semana exacta para la celebración de los comicios para elegir, entre otros puestos, a quien ocupará la Casa Blanca por los siguientes cuatro años, decisión que está entre la continuación del Partido Demócrata, representado por la vicepresidenta Kamala Harris, o el retorno del republicano con Donald Trump a la cabeza.

La cuenta regresiva para el voto presencial, ya que unos 43 millones de estadounidenses han votado por anticipado, sorprende a ambos candidatos con un empate técnico en las encuestas, un panorama poco probable en la práctica y que de suceder dejaría a los demócratas en desventaja, según dijo el lobista Moses Mercado en conversación con Diario Libre.

En este inusual caso, explicó, el presidente sería elegido por la Cámara de Diputados, actualmente de mayoría republicana, y el vicepresidente es elegido por el Senado, donde los demócratas superan a los republicanos por un estrecho margen, por lo que el escenario de un empate «no es bueno» para los progresistas, insistió el lobista la semana pasada. 

El presidente de EE.UU. no se elige por el número de votos total obtenido a nivel nacional (conocido como voto popular), sino que se utiliza el sistema del Colegio Electoral.

En total, el Colegio Electoral está compuesto por 538 votos electorales y se convierte en presidente quien logre al menos la mitad más uno, es decir la cifra mágica de los 270, mientras que el empate se produce cuando ambos candidatos obtienen 269 votos cada uno.

La inusual campaña electoral, que incluye la primera acusación a un expresidente, dos intentos de asesinato y la renuncia de un candidato oficial, entra en su recta final, mientras los candidatos se enfocan en ganar adeptos en los siete estados que posiblemente decidan el resultado (PensilvaniaMíchigan, Wisconsin, Georgia, Carolina del Norte, Arizona y Nevada) y enfrentados en temas clave como el aborto, la migración y la política exterior. 

Para Mercado, la postura del republicano en cuanto a los derechos le costará el voto de muchos estadounidenses preocupados por el futuro de las libertades personales.

«Si todos estamos complacientes, van a venir por otros derechos. Eso es lo que estamos peleando ahorita en esta elección, los derechos, no solamente de las mujeres, son muy importantes, pero si le quitan a ellas los derechos, ¿Qué va a hacer de mis derechos? O de mi hijo», dijo el lobista al hablar sobre lo que está en juego en las elecciones en EE.UU. 

Mercado indicó que el tema económico es igual de importante, pero advirtió que sin el aspecto de los derechos lo demás no funciona: «No puedes tener todo eso sin que estas cosas (derechos) funcionen», expresó. 

El ganador sucederá al presidente Joe Biden, quien tras un desafortunado desempeño en el primer debate de la campaña electoral con Donald Trump se retiró de la carrera por la presidencia en medio de dudas sobre su capacidad para continuar con el cargo. 

Distintas visiones

Los dos candidatos a la presidencia de Estados Unidos tienen visiones del mundo muy diferentes, y las elecciones de noviembre pueden cambiar radicalmente la política hacia Ucrania y otros socios internacionales.

La vicepresidenta propone en buena medida continuar la agenda de Joe Biden, aunque busca matizar el tema de Medio Oriente; mientras que una eventual victoria de Donald Trump puede significar una fuerte ruptura en la política exterior estadounidense.

En el caso de Ucrania, Trump ha sugerido retirar la ayuda estadounidense, mientras que Harris ha prometido continuar con el apoyo a Kiev en su guerra con Rusia. 

En cuanto al conflicto de IsraelHarris está de acuerdo en seguir armando a Israel, lo que le podría costar algunos votos, sin embargo, la vicepresidenta también ha defendido la «autodeterminación» palestina.

El tema migratorio es otro donde ambos candidatos muestran una gran diferencia, sobre todo por las afirmaciones sin fundamento que ha divulgado el expresidente, al calificar de «asesinos», «locos» y «criminales» a los inmigrantes indocumentados que han llegado a los Estados Unidos en los últimos años, situación de la que acusa a los demócratas, dotando a Harris del mote de «la zarina de la frontera». 

En este aspecto, la vicepresidenta se ha mostrado a favor de tomar medidas para reducir los flujos migratorios.

El aborto es otro tema de inflexión entre Harris y Trump, mientras la demócrata busca asegurar los derechos reproductivos de las mujeres, el republicano insiste en entregarle a los estados la aplicación de las restricciones al aborto, pero al mismo tiempo se ha llamado el «padre de la fecundación in vitro» para certificar su apoyo a este procedimiento. 

Harris ha criticado al compañero de fórmula de Trump, J.D. Vance, por sus comentarios contra «mujeres sin hijos y con gatos» y es frecuente escucharla hablar sobre su trayectoria profesional como fiscal y luego como fiscal general de California, en contraste con Trump, condenado penalmente.

Polémica tras mitin en Nueva York

La recta final de la campaña electoral llega a los republicanos con una nueva polémica. El expresidente Donald Trump (2017-2021) tuvo el domingo un multitudinario mitin en el Madison Square Garden en Nueva York, el cual serviría para emitir el mensaje final, pero se convirtió en un ejemplo de lo que disgusta a sus detractores: insultos racistas y un mal chiste sobre Puerto Rico que le valió la condena de la clase política y los artistas de la isla. 

La campaña del republicano rápidamente emitió un comunicado para desvincular al candidato de los comentarios del comediante Tony Hinchcliffe, quien además de burlarse de los latinos, afirmó: «Hay una isla flotante de basura en medio del océano en este momento, creo que se llama Puerto Rico«.

No obstante, además del humorista, que sirvió de «telonero» del masivo evento, otros oradores asumieron el tono que ha utilizado Trump a lo largo de su tercera campaña rumbo a la Casa Blanca. Aunque el domingo se abstuvo de hacerlo.

Los asistentes llamaron «el diablo» a la vicepresidenta Kamala Harris, y señalaron que la demócrata -quien busca convertirse en la primera mujer y en la primera mujer de raza negra en llegar a la presidencia- había iniciado su carrera siendo prostituta.

Asimismo, el expresidente a menudo se refiere a Harris en términos ofensivos y personales, poniendo en tela de juicio en las últimas semanas la estabilidad mental y la inteligencia de la candidata demócrata, además de llamarla «holgazana», un calificativo racista que se ha usado de forma habitual desde hace tiempo en contra de las personas de raza negra.

Los puertorriqueños en las Elecciones

Pese a ser estadounidenses, los puertorriqueños no pueden votar en las elecciones presidenciales, como tampoco los ciudadanos de otros territorios como las Islas Vírgenes, las Islas Marianas del Norte, la Samoa Americana, Guam o las Islas Ultramarinas Menores.

Pero pueden hacerlo si residen en uno de los 50 estados estadounidenses más el distrito de Columbia. Y Pensilvania, estado crucial para las elecciones, cuenta con medio millón de puertorriqueños.

Harris aprovechó la controversia, prometiendo en un video «dibujar un camino nuevo y feliz hacia el futuro» para Puerto Rico.

Varias estrellas nacidas en la isla, como los cantantes Bad Bunny, un reconocido intérprete del reggaetón y trap latino, y Ricky Martin, han expresado su apoyo a la demócrata compartiendo sus videos en Instagram.

Simbólico mitin en Washington

Esta noche, la vicepresidenta Kamala Harris dará un discurso en un simbólico mitin electoral en la Explanada Nacional de Washington, según informaron medios locales.

El escenario escogido por Harris tiene un gran simbolismo porque es el espacio donde se encuentra la Casa Blanca, el Capitolio, el Monumento a Abraham Lincoln y el obelisco dedicado a George Washington.

El discurso buscará enfatizar el contraste entre ella y su rival republicano, quien, según ella, representa una grave amenaza para la democracia, dijo el diario The Washington Post.

DIARIO LIBRE-AGENCIAS

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