NUEVA YORK.- Esta semana muchos padres y jóvenes celebran el triunfo de sus hijos al lograr un éxito académico y recibir un diploma de graduación. Uno de esos, hubiera sido Lesandro Guzmán Feliz, mejor conocido como “Junior”, quien hace exactamente dos años, un 20 de junio de 2018, y con tan solo 15 años, perdió la vida de la manera más cruel y violenta.
Durante su segundo aniversario la Jefe de la Policía de Asuntos Comunitarios, Nilda Hofmann, recuerda a “Junior” y lo significativo que hubiera sido esta semana ya que estaba supuesto a graduarse de secundaria.
Y es que el joven pertenecía a un programa especial de la Policía de Nueva York, por lo que el NYPD dio apertura a una beca en honor a él tras su muerte.
Además, fundaron un campamento infantil a su nombre el verano pasado, “Camp Junior”, con el objetivo de entretener y educar a los niños del área, para alejarlos de la violencia.
“Estoy muy emocionada”, dijo el verano pasado Leandra Feliz, la madre de la víctima. “Mirar que esto se hace en nombre de “Junior” y que todos esos niños, que van a aprender algo diferente que no sea esta violencia que se vive.”
“Hoy se cumple el segundo aniversario del explorador del #NYPD, Lesandro “Junior” Guzmán Feliz, quien nos lo quitaron de nuestras vidas en un ataque sin sentido en El Bronx”, escribió Nilda Hofmann. “Se suponía que se graduaría esta semana y que estaría empezando una nueva etapa en su vida”, añadió.
Y es que el joven, de ascendencia dominicana, salió de su casa ese 20 de junio de 2018, un día que la muerte lo encontró de la manera más despiadada.
“Junior” fue asesinado por un grupo de pandilleros de la banda “Trinitarios”, quienes emboscaron y persiguieron al adolescente inocente hasta una bodega en El Bronx y lo sacaron para apuñalarlo un sin número de veces y con un machete. Según el informe del médico forense una de esas heridas fue en el cuello, lo que habría ocasionado su muerte.
El crimen ocurrió frente a una bodega ubicada en la esquina de la calle este 183 y la avenida Bathgate, en el sector de Belmont, en El Bronx. El salvaje hecho quedó registrado en videos de vigilancia y marcó a los neoyorquinos.
La Oficina del Fiscal del condado de El Bronx acusó en total a 14 presuntos pandilleros por este hecho. De estos, cinco enfrentaron el primer juicio por su presunta participación directa en el asesinato.
En octubre de 2019, estos cinco miembros de la pandilla fueron condenados por el asesinato del quinceañero en la corte criminal de El Bronx.
Jonaiki Martínez Estrella fue sentenciado a cadena perpetua sin libertad condicional por asesinato en primer grado, 25 años a cadena perpetua por asesinato en segundo grado, 8 1/3 a 25 años por conspiración en segundo grado y 15 años en prisión y cinco años de supervisión posterior a la liberación por asalto de pandillas de segundo grado. Sus sentencias serán simultáneas.
Además, José Muñiz, Elvin García y Antonio Rodríguez Hernández Santiago fueron condenados a 25 años en prisión a cadena perpetua por asesinato en primer grado, 25 años en prisión a cadena perpetua por asesinato en segundo grado, 8 1/3 a 25 años en prisión por conspiración en segundo grado y 15 años en prisión y cinco años de supervisión posterior a la liberación por agresión de pandillas en segundo grado. Sus sentencias también serán simultáneas.
Manuel Rivera fue sentenciado a 23 años de prisión a cadena perpetua por asesinato en primer grado, 23 años de prisión a cadena perpetua por asesinato en segundo grado, 5 a 15 años de prisión por conspiración en segundo grado y 15 años en prisión y cinco años de supervisión posterior a la liberación por agresión en pandilla en segundo grado.
El segundo juicio de los otros implicados fue aplazado en enero debido a la muerte del abogado de uno de los acusados.
La muerte de “Junior” dejó un dolor profundo en la comunidad y conmovió a la nación, un dolor que nunca será arrancado de su madre y su familia, pero, que en medio de ese sufrimiento siempre estará su espíritu, como dijo su madre durante el primer aniversario.
“Esos hombres que me arrancaron mi hijo, me lo arrancaron físicamente, pero su alma, su espíritu, su corazón, van a estar siempre conmigo, en mi alma, eso no me lo podrán quitar nunca”, dijo Leandra Feliz, la madre de la víctima.