La posibilidad de una tregua pronto entre Israel y las milicias armadas de Gaza se desvanece, a juzgar por los mensajes poco alentadores de ambas partes; mientras continúa el intercambio de fuego, con frecuentes bombardeos israelíes sobre la franja y el continuo lanzamiento de cohetes desde el enclave.
Tras el ataque aéreo esta madrugada en Jan Younis, sur de la franja, en el que Israel mató a Ali Ghali, comandante de la fuerza de cohetes de la Yihad Islámica Palestina (YIP), además de dos de sus familiares; la aviación israelí bombardeó objetivos del grupo al menos en ocho ocasiones.
En una de ellas, esta tarde, también mataron al adjunto de Ghali en la fuerza de cohetes, al subcomandante Ahmad Abu Daqqa, «responsable de los lanzamientos hacia Israel en los últimos días», en esta escalada que se ha cobrado la vida de 28 gazatíes -15 de ellos civiles incluyendo 6 niños- y causado 86 heridos.
OBJETIVOS DE LA YUHAD
El Ejército israelí aseguró que, desde que comenzó los bombardeos la madrugada del martes, su aviación ha golpeado con acierto unos 200 objetivos de la YIP, que incluyen viviendas de sus miembros e instalaciones militares, como cuarteles, lanzaderas de proyectiles, túneles o fábricas y almacenes de armamento.
Por su parte, las milicias armadas de Gaza han efectuado desde ayer más de 600 disparos de proyectiles -la mayoría cohetes pero también morteros-, de los que más de 175 fueron interceptados por sus sistemas antimisiles, confirmó el portavoz del Ejército, Daniel Hagari.
Sin embargo, un cohete cayó esta tarde sobre un edificio residencial de la ciudad de Rehovot, al sur de Tel Aviv, matando a un israelí y dejando cinco heridos moderados por metralla, confirmó el servicio de emergencias MDA, que atendió además 12 de casos de estrés y ansiedad en ciudades próximas a la Franja y dos heridos leves.
Según el portavoz castrense, el 25% de los cohetes lanzados desde Gaza caen dentro del enclave, y asegura tener evidencias de que al menos cuatro civiles, incluyendo niños, han muerto por esos disparos fallidos.
Hagari confirmó que hay conversaciones para una tregua mediada por Egipto, pero que «son complejas», por lo que se pueden demorar días; mientras el Ejército seguirá golpeando objetivos de la YIP, foco de esta ofensiva que comenzó el martes con el «asesinato selectivo» de tres altos mandos del grupo en Gaza, lo que ha derivado en una nueva escalada bélica en la que Hamás -que gobierna de facto la Franja- no se habría implicado militarmente.
«Una cosa es la retórica y otra los hechos. Por más que Hamás muestre su apoyo a la Yihad verbalmente y diga que está implicada, tenemos pruebas suficientes que demuestran que no se ha involucrado militarmente», aseveró Hagari.
Sin embargo, la Cámara Conjunta para Operaciones Militares -que aglutina a todas las facciones armadas de Gaza incluyendo la YIP y Hamás- se ha atribuido el lanzamiento de cohetes y hoy advirtió a Israel de que ha «calculado mal» su estrategia de asesinatos selectivos de comandantes de la Yihad.
«Estamos decididos a repeler la agresión y listos para expandir el círculo de fuego sin importar cuán larga sea la batalla y cueste lo que cueste», afirmó en un comunicado la Yihad Islámica después del lanzamiento de una nueva tanda de cohetes a las 21 horas (18 GMT), que miles de gazatíes en toda la Franja celebraron desde las azoteas de sus casas con silbidos y gritos de «Alaho Akbar» tras cada disparo.
DESMENTIDO DE TREGUA
Además de la retórica beligerante de las milicias, fuentes oficiales israelíes se apresuraron a desmentir reportes sobre una inminente tregua, según los cuales Israel habría accedido a las dos principales demandas de la YIP: frenar la estrategia de «asesinatos selectivos» de sus cabecillas y devolver el cuerpo de Jader Adnan, el importante miembro de la YIP en Cisjordania que murió la semana pasada en una cárcel israelí tras 86 días de huelga de hambre.
De hecho, el ministro de Defensa, Yoav Gallant, instruyó esta tarde a las fuerzas armadas a preparar «una serie de operaciones adicionales» contra la Franja de Gaza y estar listos para el lanzamiento de cohetes de mayor alcance, tras una reunión para evaluar la situación de seguridad con el jefe del Estado Mayor, Herzi Halevi, y el jefe del Shin Bet, Ronen Bar.
«Quien nos haga daño pagará el precio, al igual que su reemplazo. Estamos en medio de una campaña, tanto en ataque como en defensa», afirmó sobre la muerte hoy de Ghali y Abu Daqqa, el primer ministro, Benjamín Netanyahu, que convocó esta noche una nueva reunión con su gabinete de seguridad.
Con el «asesinato selectivo» de tres líderes de la YIP -Jalil Bahitini, Tareq Az Aldin y Jahed Ahnam-, Israel lanzó el martes la operación «Escudo y Flecha», dirigida a desmantelar las capacidades del grupo, financiado por Irán -su principal enemigo-, que según dicen está extendiendo sus tentáculos a Cisjordania ocupada.
EFE