SANTO DOMINGO.- El Ministerio de Salud Pública informó que durante la Semana Epidemiológica 40 del año 2025, se notificaron 20 casos sospechosos de dengue, “todos vivos al cierre de la semana, sin registro de fallecimientos ni casos graves”, mientras en lo que va de año se han confirmado 233 afectados.
Indicó que diecinueve de los 20 casos corresponden a personas de nacionalidad dominicana.
Mientras que un caso corresponde a una persona de nacionalidad española, “lo que podría representar un caso importado o asociado a movilidad internacional relevante para la vigilancia de puntos de entrada”, informó Salud Pública.
En lo que va del año, se han reportado 1500 casos sospechosos de dengue,15 casos graves, 233 casos confirmados y 0 defunciones, según datos del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica(Sinave).
Según Salud Pública, comparado con el mismo periodo en el 2024, el país maneja una disminución del 85% en casos sospechosos y una reducción de la incidencia acumulada, que lo traduce de 116,96 a 18,14 casos por 100,000 habitantes.
Las provincias con más casos sospechosos son Hermanas Mirabal, con 120 casos; San José de Ocoa, con 99, y Valverde, con 67 casos por 100 mil habitantes.
“Estas provincias superan ampliamente la media nacional (18,14), indicando zonas de alta transmisión acumulada”, redactaba el informe.
En cuanto a las provincias con mayor número de casos confirmados acumulados, se encuentra Espaillat con 26 casos; La Vega, con 19 casos; Santiago, con 15 casos, y Santo Domingo, que reportó 15.
Sin embargo, Salud Pública indicó que la provincia Hermanas Mirabal continúa siendo el principal foco de transmisión del país, con elevada densidad poblacional y condiciones urbanas favorables para el vector Aedes aegypti.
También señaló que la mayoría de los casos fueron masculinos, representando del 70 al 75% de los casos, mientras las mujeres abarcan alrededor del 25-30%.
Eliminación de criaderos
Salud Pública indicó que el “pico estacional” del período junio-agosto coincide con los “patrones climáticos esperados”, por lo que sugirió continuar con la eliminación de criaderos de mosquitos y las campañas de prevención.
Recomendó reforzar las brigadas y monitoreo en Santiago, Sánchez Ramírez y Samaná por la elevada permanencia de transmisión.
El dengue es una enfermedad viral transmitida por mosquitos del género Aedes, principalmente Aedes aegypt.
El dengue puede afectar a personas de todas las edades, con síntomas que varían entre una fiebre leve a una fiebre incapacitante, acompañado de dolor intenso de cabeza, dolor detrás de los ojos, dolor en músculos y articulaciones.
Malaria
Con relación a la malaria, durante la semana epidemiológica 40, el país reportó cuatro casos confirmados y cero defunciones.
De igual forma, reportó 691 casos sospechosos. Solo en la semana 37 y 40 del presente año se confirmaron 36 casos.
La malaria o paludismo es una enfermedad causada por parásitos del género Plasmodium, que se transmiten al ser humano por la picadura de mosquitos Anopheles infectados durante su fase nocturna de actividad.
Muerte infantil
En la última semana, el país registró 25 defunciones infantiles y neonatales 20.
El Ministerio de Salud Pública define la mortalidad infantil como las muertes en niños menores de un año de edad.
El término abarca la mortalidad neonatal, que va desde cero a veintisiete días de edad, y la mortalidad postneonatal, que es desde los 28 días a un año de nacido.
Capacidad respuesta
El Ministerio de Salud Pública destacó este jueves que continúa desarrollando acciones que fortalecen las capacidades de respuesta del sector salud, con importantes avances en materia de gestión de riesgo, lo que se traduce en una mejor preparación del país ante emergencias y desastres.
El organismo de salud dominicano ofrece estas informaciones al conmemorarse este 13 de octubre el “Día Internacional de la Reducción de Riesgos de Desastres’’, que se celebra con el objetivo de promover la prevención y preparación ante desastres, destacando la importancia de la educación y la resiliencia de la comunidad.
Esta fecha fue proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1989, para que los países tomen en cuenta la importancia de la preparación, respuesta y sobre todo la resiliencia ante la ocurrencia de desastres o eventos.
LIZBETH CHALAS