BOSTON.- Nadie pudo haber pronosticado que los Celtics llegarían a la final. No a comienzos de enero, cuando el equipo se ubicaba tres juegos debajo de la marca de .500, con un entrenador en su primer año.
Boston terminó quedándose a dos triunfos de lo que hubiera sido el 18vo campeonato en su historia.
Muchas esperanzas se rompieron en las tres derrotas consecutivas ante los Warriors de Golden State, quienes se coronaron. Pero el núcleo de jugadores jóvenes de Boston promete aprovechar el dolor de esa derrota como motivación durante el receso entre campañas.
Aunque no conquistaron el cetro, los Celtics se han establecido como uno de los equipos a vencer en la Conferencia Este.
“El mayor mensaje fue que hay que aprender de esto y crecer. Tenemos que aprovechar esta experiencia y ver que hay otro nivel al que se puede llegar”, dijo el entrenador Ime Udoka después de la derrota del jueves por la noche. “Simplemente no volveremos siendo los mismos jugadores ni miembros del cuerpo técnico. Dejemos que esto nos impulse durante el receso y hasta la próxima temporada”.
Antes de esta campaña, cuando Udoka reemplazó Brad Stevens, los Celtics lucían como un equipo en transición.
Parecía que Stevens había llevado a Boston lo más lejos posible durante sus ocho temporadas en el cargo. Los Celtics disputaron tres veces la final de conferencia.
Sin embargo, se estrellaron en esa instancia, y no parecía que Stevens pudiera conducir a Jayson Tatum ni a Jaylen Brown a una meta superior.
Luego llegó Udoka, quien lo consiguió en el primer año. Desafió al equipo y aprovechó la experiencia de jugadores veteranos como Marcus Smart y el dominicano Al Horford para crear una cultura basada en la solidez a la defensiva y la generosidad a la ofensiva.
La estrategia dio frutos en la segunda mitad de la temporada, cuando los Celtics mejoraron una foja de 18-23 para cerrar con 51-31. Ello bastó para darles el puesto de segundos preclasificados del Este.
Tras una barrida a Brooklyn, seguida por triunfos sobre el campeón defensor Milwaukee y el líder Miami en series consecutivas de seis encuentros, Boston parecía imparable.
En las Finales, los Celtics tomaron una ventaja de 2-1 sobre Golden State, pero a fin de cuentas sucumbieron ante su propensión a los errores.
Boston tuvo una foja de 1-7 en partidos de playoffs en que perdió 16 balones o más. Llegó a esa cifra indeseable en tres de sus cuatro derrotas en las Finales.
Pese a la amargura de la derrota, los Celtics quieren aprovechar el aprendizaje.
“Es duro llegar a este punto”, dijo Tatum. “Es incluso más difícil superarlo y ganar. Ha sido un largo viaje y un largo proceso… Tenemos que alcanzar el nivel que queremos”.
AP