Separar opositores

POR DANILO CRUZ PICHARDO.- Cuando Balaguer fue presidente de la República usó como estrategia separar al profesor Juan Bosch del doctor Peña Gómez, de manera que la oposición nunca se unifique en contra suya, lo que hacía posible “sus triunfos” –si fue que ganó alguna vez— o facilitar los fraudes electorales que le atribuyen.

Bosch nunca procuró el poder político de forma seria, después que fue objeto del golpe de Estado en 1963.

Se recuerda que, al dividirse el PRD, Bosch resurgió en la campaña electoral de 1990, pero rechazó el apoyo incondicional que ofrecieron Peña Gómez y Jacobo Majluta.

Juan Bosch era un hombre insobornable, pero siempre optó por confrontar preferiblemente con los demás líderes opositores, no con Balaguer.

Hay que reconocer la capacidad estratégica que tenía Balaguer para distanciar a sus opositores políticos. En cierta medida Danilo Medina, autor intelectual de la división del PRD en el 2014, lo que contribuyó con su fácil reelección en el 2016, emulaba los métodos de Balaguer.

El 9 de septiembre de 2014 Hipólito Mejía y Luis Abinader se vieron en la obligación de formar tienda aparte, con el nacimiento del PRM, después que el Tribunal Superior Electoral de entonces, controlado por Medina, emitiera 38 sentencias favorables a una de las facciones del partido blanco.

Independientemente de la enemistad que hubo entre Leonel y Danilo, en la campaña electoral de 2024, es innegable el esfuerzo que hizo el gobierno de Abinader para mantener a los dos opositores separados, lo que permitió que Abinader se reelija con cierta holgura.

Leonel Fernández parece tener una obsesión con el retorno al poder político, pese a que fue presidente de la República durante tres períodos. Luce agresivo, realizando conferencias de prensa regularmente.

Esta semana hizo una denuncia importante, al expresar que las obras prometidas por el gobierno, al recibir 775 millones de dólares por concepto de renovación del contrato de Aerodom, ninguna ha sido iniciada.

El mayor problema que tiene Leonel Fernández es con su hijo Omar, senador del Distrito Nacional, a quien trajo al mundo, hizo profesional y lo convirtió en figura pública.

Pero no hay forma de excluir de la agenda de discusión, tanto dentro como fuera de la Fuerza del Pueblo, el tema de quién resulta ser mejor candidato de Leonel a Omar para el lejano 2028.

Parece que Omar Fernández goza de excelente valoración en la población, pese a ser un político conservador y no haber renunciado al barrilito, pero es joven, bien parecido, exhibe prudencia, ecuanimidad y domina los temas de actualidad en lo económico, político y social.

El muchacho tiene un carisma similar al que exhibió su padre décadas atrás. Se dice que al presidente Fernández no le molestan los elogios dirigidos a su hijo, con excepción de aquellos que provienen del gobierno, porque supuestamente se procura separar a padre e hijo.

La estrategia del gobierno es legítima y siempre ha formado parte del juego del ajedrez político nacional, que consiste en buscar la división de la oposición.
Ya no se trata de mantener separado al PLD de la Fuerza del Pueblo, sino a los dos líderes más importantes que tienen la FP, el papá y el hijo.

Los seguidores de Omar, en su mayoría jóvenes, insisten en que otros políticos con edades por debajo de los 40 han ascendido al poder en el continente.

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