POR NARCISO ISA CONDE.- Entregar el sistema eléctrico al gran capital privado, nativo y transnacional, es entregarle el funcionamiento de la economía y la vida en sociedad. Es poner en manos de unos pocos magnates la seguridad del país. Es darle el control de un sector estratégico a unas cuantas corporaciones privadas y renunciar a todo ejercicio de soberanía. Es entregarle RD.
Macarrulla, hombre de los Vicini, preside el Gabinete Eléctrico y Comisión de Venta de Activos del Estado, y ya se anunciaron posibles ventas en el sector eléctrico por 87 mil millones de pesos, incluidas acciones de generadoras bajo control Vicini. Celso Marranzini, empresario del sector energético, preside el fideicomiso con que se pretende privatizar
Punta Catalina
Abinader informó la asignación de contratos para producir 800 MW en Manzanillo, dos plantas de 400 y una terminal de descarga, almacenamiento y distribución de gas natural, más una autopista electrica. Curiosamente las licitaciones las ganaron Haina Investiment Corporation (transnacional asociada al Grupo Vicini) y Manzanillo Energy Corporación (asociada a otros magnates nativos).
El puerto de Manzanillo fue previamente privatizado y colocado bajo control del Comando Sur del Pentágono. El gendarme gringo garantiza allí la seguridad de sus nuevos propietarios privados, protege el complejo energético, usa la terminal portuaria en el contexto de su estrategia militar regional y apoya los movimientos de su IV Flota, cuyas operaciones ofensivas el ministro Díaz Morfa y Abinader se comprometieron a respaldar.
Tenemos un gobernador de colonia y un canciller importado de Washington, capaces de haber incorporado al país al fenecido Grupo de Lima, de exhortar a intervenir en Haití, apoyar a Guaidó y declarar sin rubor que hay que respetar la decisión de de EE. UU. respecto a quienes pertenecen a Nuestra América y quienes no, a la hora de invitar a la Cumbre de las Américas.
Por ese mismo camino van puertos y aeropuertos, esto es, las puertas y ventanas al mundo. También las autovías, el agua y las riquezas del subsuelo. Otro tanto acontece con el Fideicomiso de Perdenales. Y van la Cancillería y la política exterior, costas y playas, policía, fuerzas armadas, DNCD y DNI.
Aquí reinan el MAAG, la CIA, el FBI, la DEA y USAID. El Comando Sur tutela las fuerzas armadas y la frontera está bajo control del Pentágono y el Mossad israelí. Contamos con un mandatario sumiso a la Oficina Oval, cuyo modelo policial se inspira en las Policías asesinas de Colombia, Chile, Honduras… y en el ideario fascistoide de Rudolf Giulliani. ¡Más servilismo y más tráfico de influencia no caben en el Capitolio!