Hace veinte años Sexappeal era corista/bailarín del grupo de Ramón Orlando. Para entonces, el líder merenguero buscaba un cantante que supiera interpretar salsa.
Orlando tenía un tiempo en esa tarea de encontrar un buen salsero sin resultados positivos. Fue entonces cuando su padre, Cuco Valoy, le hizo un comentario: -Pero ven acá Nano (como le dice a su hijo), yo te escucho que tú estás probando cantantes, ¿y cómo es eso?, ¿tú no sabes el talento que tú tienes ahí, a Sexappeal?.
Ramón Orlando le hizo caso a su progenitor y luego de probarlo le dio la oportunidad a Sexappeal de grabar dos salsas para su próxima producción musical: “La llorona” y “Ahora que te vas”.
El muchacho de Villa Juana, que ya había sido güirero y corista en varias agrupaciones, adquiría otro estatus. Por la grabación recibió seis mil dólares.
“Yo nunca había visto seis mil dólares en mis manos. Tenía unos sudores y unos temblores, fui corriendo para donde mi mamá en Villa Juana, donde vivía, porque si diez veces recibía dinero, diez veces iba donde mi mamá, los primeros cheles que yo sacaba eran para mi vieja”.
A pesar de la pegada de “La Llorona”, su punta de lanza en la salsa, Sexappeal decidió salir del grupo de Ramón Orlando y desarrollar una carrera independiente como solista. No fue una salida conflictiva: “Desde un principio Ramón siempre me apoyó”.
Sin embargo, los augurios de varios de sus compañeros eran distintos. Cuando empezó a socializar la idea de que se iba de la orquesta de Ramón Orlando para lanzarse como solista salsero, sus compañeros le decían que no cometiera ese error porque aquí la gente oye la salsa, pero aquí no se vive de eso.
“Yo no hice caso, siempre tuve mi fe, me enfoqué, me lancé y aquí estoy celebrando veinte años en el gusto del pueblo, entre los salseros que la gente más solicita aquí”, comentó Sexappeal.
Justo mañana sábado, en Hard Rock Café Santo Domingo, va a celebrar su osadía artística, en un concierto denominado “20 años de pura sabrosura”.
Además de “La llorona”, en su show no faltarán “Mañana mañana”, “Triste final”, “Meniando la cola”, “¿Por qué no dejas ese loco?”, “A escondida”, “Me dijo adiós”, “Esta noche”, “Mal o bien”, “No te irás”, “Canta corazón” y muchas más.
También tendrá a colegas invitados para una noche de pura salsa cosechada en este siglo.
+ De sus comienzos.
Sexappeal nació hace 49 años en el sector capitaleño de Villa Juana, hijo de profesora y un oficial de la Marina de Guerra.
Los talleres de mecánica fueron sus primeros acercamientos al mundo laboral. Se graduó de auxiliar de mecánica automotriz en Infotep.
En esos tiempos también se desempeñaba en labores de desabolladura, fibria de vidrios y hasta instalaba gas. «Yo instalaba el gas en la casa de Roberto Salcedo cuando vivían en la Barahona».
Sus inicios en la música fueron como güirero. La primera oportunidad se la dio Ray Guerrero y la Orquesta Computarizada. Luego ingresó al Ballet de la Secretaría de Estado de Turismo.
Mas tarde ingresó al grupo del merenguero Ravel, Diómedes y el Grupo Mío, Chabely y la Dominican Band.
Con Chabely y Richie Ricardo pasó de güirero al frente como corista.
Sexappeal también estuvo en el ferry con Alexandra, así como en el bar del hotel Plaza Naco. Igual cantó con las orquestas Barceló, Brugal, la Marina de Guerra y la Policía Nacional.
En principio su madre no quería que se dedicara a la música y prefería una profesión tradicional, pero con el tiempo terminó aceptándolo y hasta celebrándolo. «Cuando fui con mi mamá a los Premios Casandra esa mujer andaba oronda de brazos conmigo».
Aunque su nombre real es Antonio Rodríguez Castillo, Sexappeal le quedó como identidad artística.
Lo de Sexappeal vino de un compañero, a mediados de los años 90. «El Cocodrilito», un roadmánager saltó un día con eso cuando eran miembros de Diómedes y el Grupo Mío.
En un encuentro para irse a tocar un baile, él le dijo: – tú tienes un bendito sexappeal… Eso provocó curiosidad en el joven guirero de Villa Juana, al que «Cocodrilito» llevó al periódico El Siglo, donde el periodista José Tejada Gómez para que lo entreviste y el titular del periódico en ese 1995 fue: «El Sexappeal de la güira quiere ser una estrella». Así surgió su mote.
Los años. “La gente ve ahora el cambio de Sexappeal la güira al Sexappeal de una carrera sólida, ininterrumpida, pero me he ganado un respeto, una credibilidad en base a mucho sacrificio en veinte años sin lagunas”.