SANTO DOMINGO.– En un ambiente donde la inmediatez domina y las modas cambian con una velocidad voraz, Shadow Blow se ha convertido en un referente distinto dentro de la música urbana dominicana. Su propuesta artística —marcada por la calidad, la formación académica y la coherencia musical— tiene una raíz profunda: la educación y los valores sembrados en su hogar.
José Ariel Soto, su nombre de pila, creció en una familia humilde del sector Los Mina, donde sus padres apostaron todo por un principio: la excelencia comienza por la educación.
“Mi mamá y mi papá se esforzaban día y noche para que todos estudiáramos. Gracias a Dios, todos mis hermanos son profesionales, algunos con honores”, recuerda. Ese sacrificio familiar no solo marcó su carácter, sino también la manera en que entiende la música y la vida.
Desde los seis años, cuando fue inscrito en el Conservatorio Nacional de Música, Shadow Blow encontró un refugio y un propósito entre partituras, teclas y ritmos. Estudió piano por una década, pero también aprendió coro, percusión y teoría musical.
“El amor por la música fue tan grande desde niño que nunca me vi estudiando medicina ni derecho. Siempre supe que lo mío era esto”, explica.
Aun siendo un niño disciplinado en el conservatorio, absorbió la cultura urbana de su barrio. Las improvisaciones de hip hop que veía en las esquinas despertaron otra faceta de su talento:
“En aquel tiempo se improvisaba mucho rap en el barrio. Eso captó mi atención y ahí empezó mi conexión con la música urbana”.
La calidad como bandera en un género que avanza rápido
El intérprete de Mensaje Directo, reconoce que su mayor batalla ha sido mantenerse firme en la excelencia musical dentro de un género donde los artistas aparecen y desaparecen con rapidez.
“He visto muchos artistas que empiezan apostando por la calidad y luego se desvían. Para mí, el mayor reto ha sido mantenerme haciendo lo que me caracteriza: buena música, buenas letras, una producción cuidada. No es fácil competir cuando otros, quizás con menos criterio musical, ocupan espacios”.
Su visión siempre ha sido crear canciones que sobrevivan al tiempo.
“Por eso hay temas míos de 10 y 15 años que todavía suenan actuales. Desde el principio pensamos cómo se escucharán en cinco o diez años”.
Ese enfoque técnico, emocional y artístico lo ha convertido en uno de los pocos urbanos que combina formación académica, sensibilidad social y visión a largo plazo.
Santiago de los Caballero: el escenario donde su calidad siempre encuentra eco
El artista confesó que eligió la Gran Arena del Cibao para presentar “Capítulos”, su próximo concierto, porque es la plaza donde ha recibido el mayor cariño a lo largo de su carrera. “Todo el mundo me quiere, pero el Cibao… eso es otra cosa”, afirmó.
De cara a este esperado espectáculo, anunció que el 20 de diciembre llevará al público múltiples sorpresas, incluyendo la participación de artistas nacionales e internacionales. Además, adelantó que existe la posibilidad de integrar en tarima parte del show de La Casa de Alofoke, prometiendo una noche de energía, espontaneidad y momentos inolvidables.
Aprender a esperar: un crecimiento profesional desde la madurez
Shadow Blow admite que antes era impaciente y quería lanzar cada canción en cuanto la terminaba. Fue su equipo, encabezado por su manager David Jiménez, quien le enseñó el valor de la estrategia y el tiempo justo. “Aprendí a esperar el momento. Eso ha sido clave en mi crecimiento”.
Un artista que no se desconecta de su esencia humana
El cantautor también valoró su participación en la segunda temporada de La Casa de Alofoke, donde —según dice— se reencontró con su lado productor, una habilidad que tenía guardada por más de seis años. “Me gustó que la gente me viera como soy en mi vida normal, no solo en la tarima”, aseguró.
Una vida familiar marcada por la tolerancia y el compromiso
Con 19 años de matrimonio y dos hijos, Shadow Blow reconoce que la vida artística implica ausencias difíciles de manejar. “No es fácil para una mujer que su esposo llegue de madrugada, se vaya de gira, amanezca fuera. La tolerancia ha sido fundamental”.
Pese a la exigencia del medio, su estabilidad familiar es parte esencial de su éxito. Ese compromiso, aprendido desde niño, ha sido un pilar para no desviarse ni “contaminarse” dentro del ambiente urbano.
Un ejemplo de que la excelencia también nace en los barrios
Shadow Blow demuestra que la excelencia, la disciplina y la educación son caminos posibles, incluso para quienes nacen en entornos vulnerables. Su trayectoria conecta con miles de jóvenes que ven en él un modelo diferente dentro del género urbano: uno que no depende del escándalo, sino del talento; que no se rinde ante la prisa, sino que apuesta por la calidad; y que honra el esfuerzo de unos padres que, sin tenerlo todo, lo dieron todo.
“Ellos me enseñaron que la educación abre puertas. Yo solo he seguido ese camino, pero en música”, concluyó.
ROSA GALAN
