Sigue robo de tapas en calles de Santiago

Santiago. Las acciones emprendidas por la fiscalía y la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santiago para enfrentar el robo de tapas y parrillas de los imbornales en las principales calles y avenidas han caído en un punto muerto.

Por el contrario, las denuncias son cada vez más frecuentes y ya son muchas las personas lesionadas al caer en los orificios.

En las avenidas Estrella Sadhalá, 27 de Febrero y Juan Pablo Duarte, desconocidos han sustraído una gran parte de las tapas que fueron colocadas hace varios años por la entidad acuífera.

También se han dado denuncias de sustracción en la comunidad de Matanza, al sur del municipio Santiago de los Caballeros.

Al robo de las tapas que se encuentran en las aceras, se dan otras que resultan destruidas por los vehículos que transitan por las principales avenidas.

Zonas afectadas

En lugares como el residencial Villa Olga, son muchos los choferes de carros que caen en los oficios.

En el sector El Ejido, los delincuentes aprovechan horas nocturnas y llegan en camiones para cargar con las tapas.

A pesar de las denuncias hechas ante la Policía Nacional y hasta de un video colgado en redes sociales, en el que se observa a varios individuos en un vehículo sustrayendo el hierro, los comunitarios no reciben respuesta.

En varias ocasiones, las asociaciones de ciegos en Santiago han denunciado la cantidad de casos de personas no videntes que han resultado con lesiones al caer en los orificios.

En una acción conjunta, la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santiago (Coraasan), la fiscalía de este distrito judicial y la Asociación de Metaleros acordaron establecer soluciones a la sustracción de las tapas de los imbornales.

Coraasan y metaleras plantearon soluciones

La iniciativa de Coraasan por la situación que desde hace años le viene afectando, buscaba detener este acto delictivo que tantos males ocasiona a la institución y a la población.

La entidad acuífera ha sido por mucho tiempo víctima de esta situación que más que las pérdidas económicas que genera, ha afectado a muchas personas.

MIGUEL PONCE

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