Sobreviviente de la masacre del 1966: “No valió la pena tanto sacrificio”

Santo Domingo.- Antonio «Tony» Pérez fue un sobreviviente del ametrallamiento que sufrieron cientos de estudiantes universitarios por exigir y tratar de conquistar derechos en una protesta realizada el nueve de febrero del 1966.

Tony contó a periodistas del Listín Diario que el intercambio de vidas no fue suficiente ante los resultados que presenta el país en la actualidad.

“No valió la pena tanto sacrifico. Es lamentable que todavía estemos en esta situación donde la educación no funciona, donde no funciona casi nada en este país”, cuenta.

Aunque «Tony» recuerda que fue una lucha ideológica donde creía que las cosas se podían hacer mejor, lamenta la ausencia de los compañeros que quedaron sin vida durante la protesta.

“Tantas vidas buenas que se fueron, dimos el todo por el todo sin medir sacrificio… es lamentable”, expresó con cara de decepción.

Además exhortó a las futuras generaciones de estudiantes a luchar y empoderarse para tener un mejor país ya que calificó que “el rumbo que lleva el país no es muy bueno”.

Al conmemorarse ayer 54 años de la masacre bajo el lema “imposible olvidar» la Fundación Comité Permanente 9 de Febrero de 1966 junto a la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) realizó una ofrenda floral para conmemorar el valiente acto de los involucrados en la masacre.

Antecedentes

“¡Presupuesto para la UASD!”, “¡Fuera los yanquis de los planteles!”, “¡Go home Yanquis!”, estas eran las frases que gritaban estudiantes que fueron abatidos un 09 de febrero de 1966 momentos en que denunciaban al Gobierno Provisional de Héctor García Godoy.

Frente al Palacio Nacional cientos de estudiantes protestaban al gobierno por la entrega del presupuesto universitario que por ley le correspondía en ese momento y la salida inmediata del país de las tropas de ocupación de los yanquis (tropas estadounidenses).

La respuesta a los protestantes fueron disparos sin compasión. Después que alguien ordenó  y gritó “¡fuego!” desde la verja perimetral las balas llovían en ese momento.

Minutos después se escuchó decir “alto al fuego”, pero ya los muertos eran tres y los heridos más de veinte.

La luz de los estudiantes Antonio Santo Méndez, Miguel Tolentino y Luis Jiménez Mella fue apagada una vez que inició la feroz balacera.

Los heridos de gravedad en la medula espinal fueron tres. Amelia Ricart Calventi, quien murió un mes después al ser intervenida quirúrgicamente en un hospital de EEUU. Brunilda Amaral Oviedo y Antonio «Tony» Pérez lograron sobrevivir. Ambos permanecen postrados en sillas de ruedas.

Fuente: Laura Castillo 

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