SANTO DOMINGO.- Fue una batalla intensa, que duró cerca de 15 horas. Uno de los combates más desiguales del siglo pasado. Lo que hoy es un lugar en pleno desarrollo urbano, fue en aquel momento un infierno, una zona de guerra: el kilómetro 14 de la autopista Las Américas, en Santo Domingo Este.
Allí fue donde Los Palmeros, un movimiento revolucionario de izquierda compuesto por cuatro hombres, se enfrentaron a fuego cruzado con más de 2,500 soldados (entre policías y militares), un 12 de enero de 1972. Este domingo, se cumplen 53 años.
Fusiles, aviones, tanques, helicópteros, cañones, bazucas, morteros… El gobierno de Joaquín Balaguer desplegó toda una artillera militar por tierra y aire para ir detrás de Los Palmeros: Amaury Germán Aristy (el líder), Virgilio Perdomo Pérez, Ulises Cerón Polanco y Bienvenido Leal Prandy (La Chuta).
Los cuatro hombres eran perseguidos por las fuerzas militares del país después de que protagonizaran “asaltos a bancos” para “sustentar la lucha revolucionaria” durante los 12 años de Balaguer, según un documental del Archivo General de la Nación (AGN).
Originalmente, el grupo se hacía llamar: “Comandos de la Resistencia”. Según reseñas periodísticas, el movimiento revolucionario se formó a raíz de un plan del coronel Francisco Alberto Caamaño, quien tenía la intención de derrocar al gobierno de Balaguer.
Se trataban de dos frentes guerrilleros: uno dirigido por Amaury Germán Aristy (líder de Los Palmeros), que lucharía en la ciudad; y el otro, comandado por el propio Caamaño, que operaría desde las montañas.
¿Por qué el nombre de ‘Los Palmeros’?
Todo empezó en Cuba, a unos 853 kilómetros de distancia de República Dominicana. La razón del seudónimo ‘Los Palmeros’ gira en torno al lugar donde entrenaban los cuatro hombres: Pinar del Río, una provincia cubana, y, a su vez, a un símbolo del medio ambiente: las palmas.
Y es que, según contó el periodista Roberto Valenzuela en un artículo de opinión publicado en este diario y citando el libro “El Fiero” del fallecido guerrillero Hanlet Herman, en Pinar del Río había “muchas palmas”.
“Fue una forma de diferenciarse de las demás milicias revolucionarias que operaban para la fecha”, explicó.
El día de la emboscada
Las tropas especiales ya sabían del escondite de Los Palmeros: una casa, en medio de la nada, situada en el kilómetro 14 de la autopista Las Américas. Con el objetivo identificado, los 2,500 solados se dirigieron a la casa en horas de la madrugada del 12 de enero.
El despliegue militar y policial estaba dirigido por los generales: Rafael Nivar Seijas, jefe de la Policía Nacional, y Ramón Emilio Jiménez (hijo), secretario de las Fuerzas Armadas.
La batalla comenzó con el estruendo de los fusiles y ametralladoras (de alto calibre), cuyas ráfagas de disparos se dirigían hacia la casa de Los Palmeros. Eran 2,500 hombres contra cuatro. Su resistencia fue robusta, pero, poco a poco comenzaron a caer.
“Primero cayeron Leal Prandy y Cerón Polanco; el capitán Virgilio Feliz Almánzar y otros dos rasos; mientras que se mantenían con vida Germán Aristy y Perdomo Pérez, quienes se refugiaron en una cueva desde donde resistieron por más de diez horas”, relató el AGN en el documental.
Perdomo Pérez fue ultimado a eso de las tres de la tarde, y quince minutos después, la muerte de German Aristy había sido confirmada por la Policía. A pesar de la superioridad numérica, Los Palmeros abatieron a ocho soldados, incluidos el capitán Feliz Almánzar y los dos rasos. En total, el enfrentamiento dejó un saldo de 12 muertos.
“Aquello fue infernal”, describía el director de Listín Diario, Miguel Franjul, hace cuatro años. Franjul fue uno de los reporteros que cubrió aquel hecho histórico para el mismo periódico, mientras hacia una pasantía. «Estuvimos justo en medio de los combates”, recordaba.
“Tirados en el acantilado de Las Américas sin poder levantar mucho las cabezas. Nos movíamos raneando para buscar protección detrás del jeep del Listín, el único vehículo que estaba cerca», rememoraba Franjul, sobre lo que había sido una de las batallas más duras de esa época.
Conmemoración
Cada año, el país recuerda y rinde tributo a Los Palmeros. Las autoridades de la Alcaldía de Santo Domingo Este suelen homenajear la fecha en la que fueron acribillados los cuatro hombres revolucionarios.
Lo han hecho en el monumento, construido en su honor: un parque que tiene el mismo nombre de aquel movimiento, situado en el kilómetro 14 de la autopista Las Américas. Allí, se deposita una ofrenda floral en memoria de los caídos.
SAURO SCALELLA